Los equipos de salvamento rescataron con vida a uno de los pasajeros del avión yemení que se precipitó en la noche del lunes al océano Índico frente a las costas de las islas Comoras. La superviviente es una niña, aunque las autoridades no han precisado su edad.

En un primer momento, se había informado de que había sido un niño de cinco años el que había sobrevivido a la catástrofe. Sin embargo, el dato ha sido corregido horas después por el vicepresidente de la Aviación Civil del Yemen, Mohamed Abdelrahman Abdelqader.

El funcionario yemení también ha confirmado el rescate de tres cadáveres del aparato siniestrado. Otras funcionaria de ese país había declarado momentos antes que se habían recuperado siete cuerpos.

Abdelrahman ha anunciado que se ha constituido un equipo de investigadores franceses, yemeníes y comorenses para investigar las causas del accidente y seguir con las labores de búsqueda y rescate.

153 personas a bordo

En una conferencia de prensa, Abdelrahman precisó que el avión, un Airbus 310-300, había salido de Saná a las 18.45 hora local (16.45 hora española), en el vuelo IY-626, con 153 personas a bordo (142 pasajeros y 11 tripulantes).

Al parecer, el avión se estrelló a falta de 30 minutos para llegar al aeropuerto de Moroni, capital de las Islas Comoras.

La aeronave perdió el contacto con la torre de control a la 1.51 hora local (00.51 hora española), cuando se disponía a aterrizar.

Mohamed Abdelrahman Abdelqader ha explicado que arreciaba una tormenta en el momento del accidente y que el viento soplaba a 61 kilómetros por hora.

París-Comoras, pasando por Yemen

Un total de 66 ciudadanos franceses viajaban en el avión, según confirmó el ministro galo de Asuntos Exteriores, Bernard Kouchner.

Francia movilizó al ejército a petición de su presidente, Nicolas Sarkozy, quien pidió que se pongan todos los medios necesarios para ayudar a los encargados de la búsqueda y recuperación de eventuales supervivientes del accidente, según un comunicado difundido por el Elíseo, la sede presidencial.

La mayoría de los pasajeros eran comorienses provenientes de París que habían realizado transbordo en Saná, la capital de Yemen.