Paradistas de La Rambla de Barcelona estudian denunciar al Ayuntamiento si desestima el recurso de alzada en vía administrativa que han presentado este martes los dueños de las 11 antiguas pajarerías del paseo que el consistorio tiene previsto retirar este año.

Lo ha dicho el miembro de la tercera generación de la familia propietaria de cinco de las paradas, Xavier Cuenca, que ha asegurado que en la única reunión que mantuvieron con el Institut Municipal de Mercats de Barcelona ya les avanzaron que desestimarían el recurso.

"Pasados 10 días de la desestimación ya pueden venir con una comitiva judicial a efectuar el desahucio, pero en este intervalo intentaremos recurrir a los tribunales", ha apuntado Cuenca.

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También ha dicho que si tienen que irse les gustaría poder pactarlo y ha añadido que el Ayuntamiento solo ha escuchado a una parte, la de la Associació d'Amics, Veïns i Comerciants de la Rambla i la Plaça Catalunya.

"Su junta directiva está gobernada por la hostelería", ha dicho en referencia a la asociación y la ha calificado de 'lobby', y ha asegurado que la retirada de las antiguas pajarerías no obedece a un criterio relacionado con liberar el espacio, sino a criterios económicos.

"Si el problema es que ocupamos espacio público, tiene la mitad de las floristerías vacías, si quiere liberar espacio puede quitarlas donde La Rambla es más estrecha", ha añadido.

Acto de protesta

La familia Cuenca ha organizado este martes un acto de protesta contra la retirada de los quioscos: la acción buscaba llamar la atención del consistorio "de forma amable" y ha consistido en la colocación de varios globos en el techo de una de las paradas, imitando la casa de la película de animación 'UP', de Disney y Pixar; también se ha puesto una pancarta con el mensaje "¡No queremos desaparecer¡ ¡Queremos diálogo! ¡Queremos un acuerdo!".

Cuenca considera que el Ayuntamiento ha tomado la decisión de forma unilateral y reclama diálogo y una solución pactada que garantice la continuidad de las paradas para "evitar la destrucción de 98 puestos de trabajo y la eliminación de un elemento histórico de la ciudad, cuya existencia data de 1855".

Asimismo, asegura haber aportado 20.000 firmas a las 60.000 que ya tenían contra la desaparición de las antiguas pajarerías al Registro General del Ayuntamiento y pedirá una reunión al Síndic de Greuges de Barcelona para exponerle la situación e informar de la presentación del recurso administrativo.

De las 11 paradas que pretenden retirarse tres son heladerías artesanales, dos de souvenirs, dos de dulces, dos de productos de Denominación de Origen y una de productos relacionados con Barcelona

De las 11 paradas que pretenden retirarse tres son heladerías artesanales, dos de souvenirs, dos de dulces, dos de productos de Denominación de Origen y una de productos relacionados con Barcelona, ha asegurado Cuenca. 

Por su parte, fuentes municipales han explicado que la retirada de estas paradas "es una decisión que viene de lejos y responde al interés general": en 2016 se aprobó definitivamente el Plan Especial de Ordenación de La Rambla que incluía el tipo de quioscos que podía haber en la futura Rambla y que eran los de flores, los de prensa, el Museo de Cera y los de la ONCE.

Aquel documento no contemplaba ya los quioscos de las antiguas pajarerías, por lo que, según las mismas fuentes, "estos tendrían que desaparecer del emblemático paseo porque su presencia es incompatible con la nueva ordenación propuesta".

Las posteriores aprobaciones del anteproyecto y el proyecto ejecutivo han avanzado en esta línea y, según el consistorio, la desaparición de estos quioscos supondrá una liberación del espacio y un esponjamiento del mismo para ganar espacio peatonal.

"Desde hace años, el Ayuntamiento de Barcelona ha ido haciendo los trámites administrativos necesarios para poder retirar estas paradas de la vía pública", han añadido, y han especificado que uno de estos trámites ha sido la notificación el pasado 14 de junio de la extinción de las concesiones que se concedieron en 1971 por un periodo de 50 años y que han caducado este año.

Asimismo, han asegurado haber mantenido un diálogo con ellos en todo momento, pero que "sus peticiones no son admisibles" y sus quioscos no pueden permanecer en La Rambla.

Aunque el Gobierno municipal ha expresado su voluntad de retirar las paradas durante este año, todavía no hay ninguna fecha concreta porque quieren hacerlo una vez agotados los plazos legales para presentar recurso.