Telecinco comenzó su semana emitiendo Conexión Honduras, la gala de Supervivientes presentada por Jordi González, este lunes. El programa contó con la primera aparición de Lara Sajén en plató tras convertirse en la décima expulsada del concurso el pasado jueves.

Lara Sajén se convierte en la última expulsada de 'Supervivientes': "Esta vez es diferente"

La exconcursante también de Maestros de la costura tuvo la oportunidad de repasar algunos de sus momentos más polémicos en un concurso que, en palabras del presentador, "no olvidará nadie en años" por "su sinceridad".

Sajén recogió el mensaje de González y agregó que esa sinceridad marcaba la diferencia entre ella y otros supervivientes que buscaban sortear las discusiones y quedar bien con el resto de compañeros con el propósito de evitar las nominaciones y llegar a la final.

Este coloquio sirvió de prefacio para hablar de una de las personas con las que Sajén había tenido más discusiones a lo largo de su paso por el formato: Sylvia Pantoja. Y es que, las dos evidenciaron su enemistad desde el principio, cuando les tocó convivir en el barco, que fue toda una bomba de relojería.

Lo particular de la relación entre ambas fue que se reconciliaron tantas veces como se pelearon, siendo su convivencia toda una montaña rusa. El programa proyectó un vídeo que ilustró varios de sus desencuentros, donde se dedicaban todo tipo de insultos, como "demonio". 

En varias ocasiones, Sajén tildó a Pantoja de tránsfoba por algunos de sus ataques, algo que la cantante siempre desmintió, diciendo que Sajén interpretaba lo que quería. En este última gala, Pantoja quiso reiterar el mensaje y zanjar el tema: "Una única frase voy a decir al respeto y no quiero hablar más del asunto, porque es absolutamente irracional. Yo no soy transfóbica, Jordi".

Este aprovechó para contarle a Sajén, parte del colectivo LGTBI, el reciente asesinato del joven Samuel, un trágico hecho mientras el cuál sus artífices le gritaban "maricón". Sajén rompió a llorar en cuanto escuchó dichas palabras y se remontó a unas semanas antes, cuando reivindicó el orgullo con un altar y contó su proceso de transición: "Sabía que quedaba mucho por hacer, pero con esto me doy cuenta de que el camino es aún más largo de lo que pensaba", dijo. "Hay mucho hijo de puta", añadió el presentador.