La mayor parte de esas magnitudes las aporta el cultivo de mejillón, que concentra el 98,8% de la producción y cerca del 81% de los ingresos por ventas. Sin embargo, en términos generales, es el peor año desde 2013.
El impacto de la pandemia, con el cierre de la hostelería durante varios periodos del año, ha sido determinante en la caída de la producción y de los ingresos. Así, con respecto a 2019, dejaron de extraerse 23,4 millones de kilos (22,7 de ellos, mejillón), lo que supuso un descenso de las ventas de 14,4 millones (10,9 imputables al mejillón).
La reducción se hizo extensible a las especies principales -ostra, almeja babosa y almeja fina, entre otras-, con la salvedad de la almeja japonesa, que pese a registrar una disminución de capturas de más de 81 toneladas en relación con el año 2019, aumentó en 680.000 los ingresos, debido a una mayor cotización en las lonjas.
Diferente fue el comportamiento de una actividad pequeña en comparación con los bivalvos, todavía incipiente como es la extracción de algas, que mejoró sus cifras en 2020 hasta superar las 1,5 toneladas de producción y los 10.150 euros, una subida del 57,8 y 46,6%, respectivamente.
PERMISOS A PIE
Los datos sobre la evolución de los permisos de explotación a pie también reflejan un descenso en la Comunidad gallega, que si bien fue testimonial entre 2016 y 2018 (de 3.799 a 3.792), se acentuó al término de 2019 y se aceleró en 2020.
De este modo, al cierre del año 2019 se perdieron en Galicia 15 permisos de explotación a pie con respecto a un año antes, mientras que al cierre de 2020 las autorizaciones bajaron hasta las 3.724, es decir, una destrucción de 53 carnés en apenas 12 meses.
Comentarios
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que 20minutos.es restringirá la posibilidad de dejar comentarios