Atención a la siguiente escena, porque es de las que marcan época. Un pescadero, y otros empleados de una supermercado de Delicias consiguen inmovilizar a un atracador armado en plena vía pública.

Meses después, ese mismo pescadero, protegiéndose con su guante de cota de malla de acero, obligatorio en su trabajo para no cortarse, frustra el intento de robo de otro caco en el mismo super.

¿Es un héroe?, ¿es supermán?, ¿es un superpescadero? Él asegura que ninguna de las tres cosas, aunque tenga un poco de cada una. Se llama Jesús Sánchez, tiene 31 años y, desde este miércoles, es el primer civil que recibe la medalla al mérito de la Policía Municipal de Madrid, aunque sólo por el último acto.

La Comunidad de Madrid también ha entregado este miércoles sus medallas al Mérito Ciudadano, con las que ha distinguido a 25 "héroes", entre ellos el profesor Jesús Neira y 21 víctimas del accidente del Yak-42.

"Echao pa lante"

Su madre y su mujer se sienten muy orgullosas de él, pero ya se lo tienen dicho, "algún día te pasará algo por ser tan echao pa lante".

Aunque pueden permanecer tranquilas, porque Jesús, a pesar de su temperamento y de su físico de leñador de Iowa (es metro noventa de puro músculo), si por algo destaca es por su cabeza fría: "Si el atracador en lugar de tener un cuchillo me hubiera apuntado con un revólver no habría actuado así", explica a 20 minutos.

Entró con un cuchillo

Pero vayamos a la acción heroica en sí. El pasado 16 de mayo, a las dos de la tarde, una compañera le avisó de que un hombre , un argelino con antecedentes, había entrado al súper con una bolsa en la que se veía un cuchillo, robando varios productos pensando que nadie le veía.

El vigilante estaba en su descanso y Jesús fue hacia él a exigir que devolviera lo robado, pero el ladrón sacó un enorme cuchillo.

Él, ni corto ni perezoso, cogió su guante, agarró el cuchillo por el filo y, ayudado por varios compañeros, retuvo al hombre hasta que vino la Policía. "Lo volvería a hacer, pero siempre con la cabeza en su sitio", nos dice. Y el guante bien cerquita, esperamos.