El dragado del Ebro, que se ha prolongado durante las últimas dos semanas y media para lograr una lámina del río que sea navegable, finalizó ayer y este fin de semana podría arrancar ya la temporada de los barcos fluviales, según confirmó el Ayuntamiento de Zaragoza a 20 minutos.

Las primeras pruebas de navegabilidad, que servirán para conocer el estado en el que ha quedado el río, comenzarán esta misma semana. Si los trabajos han dejado una profundidad suficiente para que naveguen las embarcaciones, éstas saldrán ya este mismo fin de semana al río.

Sin embargo, si las pruebas técnicas concluyen que el dragado no ha sido suficiente, se tendría que realizar uno más. Hasta el momento se han extraído en torno a 2.000 metros cúbicos de tierras y áridos.

Ayer comenzaron también a colocarse varias decenas de boyas para marcar el recorrido que seguirán los barcos y una balsa empezó también a estudiar el calado de la lámina por la que navegarán. Las pruebas se prolongarán durante dos o tres días.

Barcos deficitarios

Los barcos fluviales ya le han costado algo más de 300.000 euros al Ayuntamiento. Además, podrían ser deficitarios seis de los próximos 25 años, según una auditoría encargada por el propio Consistorio.

El precio por cada viaje costaba el año pasado alrededor de 7 euros. Este año, aún no se han facilitado las tarifas pero por ahora ya se sabe que el servicio contará con un catamarán menos que en 2008.

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