'Drag Race España' vive su noche más emotiva con un giro inesperado en el 'lipsync' y muchas lágrimas

Después del fiasco de la semana pasada, el programa seis de Drag Race España prometía emociones fuertes. Y emotiva, sobre todo, fue la sexta entrega de la carrera por ser la mejor drag queen de España.

Las cinco supervivientes encararon el primer reto, que consistía en hacer un número de ventriloquía convirtiendo un muñeco en una de sus rivales. Ahí fue Carmen Farala la mejor, demostrando que sería su gran noche.

El principal reto de la jornada era hacer un roast al jurado, o, lo que es lo mismo, hacer un pequeño monólogo metiéndose con los miembros que las juzgan semanalmente. Y, aquí, Farala también sobresalió. Killer sorprendió y Dovima se defendió como pudo, con luces y -sobre todo- sombras en su discurso, situándose también en la cuerda floja. Las más flojas, con diferencia, fueron Sagittaria, que se quedó en muchos momentos en blancos, y, para sorpresa negativa de todos y todas, Pupi Poisson, que falló en un reto en el que se esperaba mucho de ella. 

Después llegó La noche de las 1.000 Rosalías, donde desfilaron como la cantante catalana, cada una en su estilo. Entonces, Carmen Farala confeso que tenía el mismo look de Dovima y, por no generar un conflicto, creó su propio traje en cuestión de pocas horas.

En ese momento, Dovima, visiblemente emocionada, contó lo que ocurrió detrás de las cámaras y le dio las gracias públicamente a su compañera por su gran generosidad. "Ha sido maravillosa, no puedo con ella", dijo la que, a la postre, fue la eliminada de la noche.

Porque ella fue al reto del playback junto a su amiga Sagittaria, produciéndose el segundo momentazo de la noche. Un cara a cara soñado por los seguidores, ya que en el primer programa hicieron pública su enemistad a raíz de haber compartido piso (y algo más que ellas mismas después han desvelado), pero que se tornó dramático a la hora de la verdad. Porque Dovima hizo gala de su buen corazón, ese que tanto quiere esconder, y regaló prácticamente la continuidad a Sagittaria al negarse por completo a realizar el reto. No se negó, sino que se quedó totalmente inmóvil mientras sonaba la música y su rival y amiga deleitaba al jurado con sus movimientos.

En su explicación, argumentó que Sagi merecía quedarse más que ella, y ese gesto era en reconocimiento a la trayectoria de ambas en el programa. Cómo no, las lágrimas del miembro del jurado, de las reinas y, seguro, de los espectadores afloraron con este gesto de la autodenominada "zorra" del concurso que nada tiene que ver con la realidad.