Entrevista | Carlos Carrizosa: "Con las pretensiones del PSOE, el constitucionalismo puede quedar arrinconado"

El líder de Ciudadanos en el Parlament de Cataluña, Carlos Carrizosa.
El líder de Ciudadanos en el Parlament de Cataluña, Carlos Carrizosa.
Beatriz Calcagno
El líder de Ciudadanos en el Parlament de Cataluña, Carlos Carrizosa.

Carlos Carrizosa (Barcelona, 1964) habla despacio, pero firme. Los indultos a los presos del procés, denuncia, han sido "un mazado para el constitucionalismo" en Cataluña, que ve cómo los independentistas "están en su mejor momento" gracias a lo que considera "concesiones del PSOE". No obstante, cree que los socialistas pagarán el precio en el futuro. "Y ahí estará Ciudadanos", afirma.

Carrizosa tira del grupo parlamentario en el Parlament, que cuenta con solo seis diputados después de erigirse cuatro años antes en el primer partido constitucionalista en ganar las elecciones de Cataluña. Reconoce que les costó movilizar a su electorado y sufrieron por la "polarización política". Sin embargo, la situación de su partido en Cataluña, dice con seguridad, "es reversible". 

Pregunta. ¿Ha cambiado algo en Cataluña desde la salida de los líderes independentistas de prisión?

Respuesta. Sí, que ha cundido la desmoralización entre el constitucionalismo y el independentismo esta más subido. La consecuencia de la concesión unilateral de los indultos por parte de Sánchez es un mazazo para un constitucionalismo, que está sojuzgado por un independentismo que se encuentra en uno de sus mejores momentos. Le está dando aire.

En otras circunstancias, si los presos hubieran mostrado arrepentimiento, por ejemplo, ¿Ciudadanos habría apoyado el indulto?

El arrepentimiento es una verdadera asunción de los errores y un respeto al ordenamiento democrático. Ni han asumido los errores o sus delitos ni tampoco han asumido el ordenamiento democrático y, lejos de ello, han dicho que lo volverían a hacer. Si el Tribunal Supremo hubiera apreciado que realmente en estas personas concurría una voluntad de reinsertarse en el sistema democrático, probablemente el informe habría sido muy distinto y nosotros habríamos estado al lado, pero con un informe absolutamente contrario y que entiende que no concurren razones de utilidad pública, lo que se está haciendo es reafirmarlos en la comisión de los delitos y convalidar todo el golpe a la democracia que padecimos en 2017.

En Ciudadanos han recurrido tres dirigentes a título personal como perjudicados, entre ellos usted. ¿Qué espera de ese recurso?

En cuanto a la legitimidad creemos que la tenemos. Hemos recurrido personalmente Inés Arrimadas, José María Espejo y yo porque tenemos una sentencia favorable del Tribunal Constitucional que nos dio amparo, porque se vulneraron nuestros derechos fundamentales en los plenos de los días 6 y 7 de septiembre de 2017, cuando se aprobaron las leyes de desconexión. Por lo tanto, yo tengo una prueba de que he sido perjudicado y de que se han vulnerado mis derechos como diputado. 

Además, creo que tiene tiene muchas posibilidades de prosperar, entre otras razones por algo que ha ocurrido en los últimos días. Los indultados han acudido a homenajes en el Parlament de Cataluña y en el gobierno de la Generalitat, y en esos homenajes se les han tributado honores y ellos han hecho discursos de contenido político en los que no asumen su culpabilidad e insisten en que continuarán luchando por lo mismo como si nada hubiera pasado. Incluso la señora Forcadell ha sido tratada como presidenta del Parlament por la actual presidenta, la señora Borrás. Eso está prohibido por la sentencia de inhabilitación: no pueden desempeñar cargos públicos ni recibir honores. En vez de convivencia están preconizando el enfrentamiento y la continuidad en sus postulados de desobedecer las leyes y de señalar que son reprimidos y no penados.

El miércoles Pedro Sánchez dijo rotundamente que no habría referéndum de autodeterminación y 24 horas después, el ministro de Política Territorial, Miquel Iceta, defendía votar en un referéndum sobre el autogobierno y la financiación catalana. ¿Cómo lo valora usted?

El PSOE está claudicando y está siguiendo la estela del PSC, que lo que quiere es congraciarse del independentismo y les quiere dar su referéndum, por eso Carmen Calvo también eludió hablar de si les iba a dar o no referéndum. Y es que el propio Sánchez, que les dijo que nunca jamás, también dijo cosas que luego ha contravenido: que no iba a haber indultos o que iba a trabajar para traer a Puigdemont. Por lo tanto, el PSOE en esto no es fiable.

La contemporización y el apaciguamiento durante 40 años con el nacionalismo nos ha llevado hasta aquí, y el nacionalismo ha ido ganando metas volantes, una tras otra. Ya ganó la de conseguir un estatuto inconstitucional con el presidente Maragall que fue desautorizado por el Tribunal Constitucional en 2010, y Montilla fue a la manifestación contra el Tribunal Constitucional. Los gobiernos de España dejaron celebrar la consulta del 14 de noviembre con Artur Mas y luego con un Gobierno del PP consiguieron el referéndum. Han ido quemando todas estas etapas e incluso después de dar el golpe siguen diciendo que no van a parar, que quieren la amnistía, que quieren el referéndum.

El PSOE ya cometió errores históricos con el estatuto con Montilla, con Maragall, con Zapatero y ahora los vuelve a repetir otra vez. Y nos llevan a que el nacionalismo no tenga freno.

El pasado miércoles se reunió con el presidente de la Generalitat, Pere Aragonés, ¿Cómo fue la reunión?

Transcurrió en un ambiente de cordialidad y constatamos las grandes diferencias que tenemos entre ERC y Ciudadanos, y que todo el mundo puede imaginar. Sí que coincidimos en la preocupación del repunte de los contagios en la población joven. Por nuestra parte le hicimos saber que era prioritario el avance de la vacunación lo antes posible, también dijimos que íbamos a hacer una oposición leal y firme en cuanto a las políticas del gobierno de la Generalitat que afecten a la vida de los catalanes, y luego, como no puede ser de otra forma, constatamos las absolutas diferencias en las propuestas de ellos en el conflicto que motivaron en la sociedad catalana con el golpe a la democracia. 

Sus nuevas propuestas plasman básicamente la autodeterminación, el referéndum y amnistía, y yo le contrapuse ocho cuestiones de cara al constitucionalismo que consideramos irrenunciables. Están consensuadas con entidades constitucionalistas de Cataluña y se van a convertir en una iniciativa del Parlamento para someterlo a votación para que todos los partidos, desde Vox hasta la CUP tengan que pronunciarse acerca del contenido.

Arrimadas no quiso reunirse con Torra, ¿por qué usted ha decidido reunirse con Aragonés?

En aquel momento estaba en plena efervescencia el uso de los edificios públicos como escaparate de propaganda por parte de la Generalitat. Nosotros llevamos esta cuestión a los tribunales y Torra fue inhabilitado precisamente por colgar una pancarta en el Palacio de la Generalitat bajo la cual Inés Arrimadas no quería pasar. Ahora ya no está esa pancarta y ha mediado algo más que no tiene nada que ver con el president de la Generalitat: ha habido una pandemia, tenemos que ocuparnos de cosas más urgentes que el monotema del separatismo, y creemos que es importante que vayamos ahora con las reivindicaciones democráticas que, al final, también son un llamamiento a que nos ocupemos de los problemas reales, a que se pacifique la política catalana de la tensión separatista y a que podamos abordar la crisis sanitaria y social que nos ha dejado la pandemia.

¿La carta de Junqueras ha suavizado la relación con ERC?

No. Junqueras ya engañó a Soraya Sáenz de Santamaría y a Rajoy, les dijo que no iba a pasar nada, que no iban a declarar la independencia, y luego estaban aquí apretando a Puigdemont a través de Marta Rovira para que no convocase elecciones y siguiese adelante con el plan rupturista. Su carta es una estrategia para seguir haciendo lo mismo. No es que lo diga yo, es que lo dijo al día siguiente Marta Vilalta, la portavoz de ERC, que dijo que ellos no descartaban la declaración unilateral de independencia. Por lo tanto, su propio partido desmintió al día siguiente esta carta, que no era más que una coartada para Sánchez. Era una carta que se debe inscribir en la estrategia de blanqueamiento de esos líderes separatistas para el indulto, pero después en cada comparecencia pública vuelven a reiterar que ellos siguen por su camino, como ha hecho siempre el separatismo.

Pero el tono es diferente entre ERC y Junts

ERC es un partido que quería ganar estas elecciones con un discurso que atemorizara menos a la sociedad catalana y que fuera menos estridente que el que hace Puigdemont y sus aventureros, que son la gente que se han metido en el grupo parlamentario de Puigdemont, que no son políticos. ERC sí es un partido político con estructura. JxCat es un movimiento caudillista abanderado por Puigdemont, y por lo tanto son gente más heterogénea que no obedece una disciplina de partido que han ido a dar la nota por la patria. Son gente que tiene unas declaraciones más estridentes como la propia presidenta del Parlament, Laura Borrás.

En cuanto a su partido, ¿qué ha hecho mal Ciudadanos para pasar de ganar las elecciones en Cataluña a quedarse con seis diputados en el Parlament?

Seguro que hemos cometido errores como todos los partidos, pero nosotros ni hemos traicionado a nuestros electores, ni hemos mentido, ni hemos robado como han robado otros. Yo creo que, como somos un partido libre, que no tenemos corifeos mediáticos ni pagamos a los medios públicos para que vayan en la línea de lo que nosotros decimos, pues sufrimos más en las épocas en las que la política se polariza. Somos un partido de centro, moderado, y nos cuesta más, y nos costó movilizar en las pasadas elecciones a nuestro electorado. 

Nuestro objetivo es recordarles a todos que Ciudadanos sigue luchando por lo mismo por lo que siempre luchó y que, en estos momentos, quizás es más importante que el constitucionalismo se movilice, porque con las pretensiones del PSOE de darles lo que pidan a los nacionalistas, creo que el constitucionalismo puede quedar arrinconado si no se moviliza adecuadamente.

¿Entre esos errores cometidos pueden los catalanes haber castigado el traslado de sus dirigentes a Madrid? La propia Arrimadas, Espejo...

Se decía que Arrimadas se había ido a Madrid, y sin embargo el señor Rufián se fue a Madrid a hacer política por Cataluña, pero a él nadie le decía nada. Se iba por los catalanes, de igual forma que hace Inés Arrimadas, que es diputada por Barcelona. La segunda gran mentira con la que se intentó socavar el prestigio de Inés Arrimadas es que ella ganó pero no se presentó a la investidura. No pudo, porque quien propone el candidato es el presidente independentista del parlamento, y no propone a un constitucionalista, y eso mismo le ha pasado al señor Illa, que usó mucho esa mentira electoral y al final se le ha visto el plumero. Se ha visto que eso era una mentira para erosionar a Inés Arrimadas, porque él tampoco se ha podido presentar aunque también él ha ganado las elecciones, por cierto, con bastantes menos votos y diputados que nosotros en su día

¿La situación de Ciudadanos, al menos en Cataluña, es reversible?

Sí, yo estoy convencido de que es reversible. Tenemos un partido en Cataluña como es Vox, que puede, como cualquier populismo en un momento de tensión y radicalidad política, pescar votos, pero no es un perfil moderado, centrado y liberal como el nuestro. Está el PP de Cataluña que está en el Grupo Mixto con tres diputados y solo uno de ellos es del PP, los otros son dos fichajes independientes. Y luego tenemos a un PSOE que se vende para seguir en la Moncloa, vende al constitucionalismo y a su electores. Un PSOE que no dijo que iba a indultar a los líderes independentistas. No lo dijo en campaña y con eso ganó Illa. Esa gran omisión de cuál eran sus planes realmente le va a pasar un coste, y ahí queda Ciudadanos. 

Ciudadanos seguirá trabajando como siempre. Todos sabemos dónde está el problema en Cataluña y quién es nuestro verdadero adversario político, que es el separatismo. Aspiramos a unir sobre esas bases de convivencia a todos los constitucionalistas. Sé que el PSOE lo va a tener difícil, porque les está haciendo concesiones y no está por plantear exigencias y nosotros, y yo creo que esta posición política tan inequívoca la sociedad catalana la entenderá.  

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