El Gimnasio Social Sant Pau se quedará en el barrio del Raval en una operación de compra del Ayuntamiento "insólita"

  • El consistorio compra el solar por 8 millones, mantendrá el local y hará 36 pisos en alquiler social.
  • Será posible porque el nuevo propietario de la finca actual ha accedido a invertir sin ánimo de lucro.
Barcelona y la Generalitat crearán un grupo de trabajo para buscar una solución al Gimnàs Sant Pau
Barcelona y la Generalitat crearán un grupo de trabajo para buscar una solución al Gimnàs Sant Pau
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Barcelona y la Generalitat crearán un grupo de trabajo para buscar una solución al Gimnàs Sant Pau

El Ayuntamiento de Barcelona comprará el solar en el que se ubica el Gimnàs Social Sant Pau del barrio del Raval por ocho millones de euros (1,7 millones de euros menos de los que inicialmente había ofrecido a los antiguos propietarios sin llegar a un acuerdo). 

Esta operación "insólita", ha indicado Carme Trilla, presidenta de la Fundació Hàbitat 3, va a permitir blindar la continuidad en el Raval del Gimnàs Social Sant Pau y de la piscina, mejorar las instalaciones actuales, y además añadir 36 pisos en régimen de alquiler social. 

El equipamiento social se quedará finalmente en el barrio y podrá seguir atendiendo a personas sin hogar y a familias vulnerables en el número 46 de la ronda de Sant Pau. 

Durante la pandemia, el Gimnàs Social ha ofrecido hasta 150 duchas diarias a personas vulnerables sin descanso y ha recibido una inyección de casi 712.000 euros por parte del Ayuntamiento para proseguir con su actividad social.

Con este acuerdo que ha presentado este jueves el Ayuntamiento junto a los representantes de la cooperativa de trabajadores del Sant Pau, se acaba un conflicto que se había complicado en los últimos meses desde que, el pasado 1 de julio del año pasado, finalizara el contrato de alquiler del espacio.

Tras expirar el contrato, el Gimnàs Social se ha enfrentado a dos intentos de desahucio, el primero el pasado 20 de enero de este año y el segundo el pasado 30 de abril. En esta segunda tentativa, el Tribunal Superior de Justícia de Catalunya (TSJC) suspendió el desalojo para que el consistorio barcelonés y la familia propietaria de la finca alcanzasen un acuerdo para proseguir con su actividad de ayuda social, dando de comer y ofreciendo servicio de ducha a personas vulnerables y sintecho, respectivamente.

El Ayuntamiento se mostró dispuesto a comprar el inmueble por 9,7 millones de euros, 4 millones menos de los 14 que pedía la anterior familia propietaria, la Samaranch Viñas.

La actividad social del Gimnàs Sant Pau del Raval se remonta al año 2012, cuando se convirtió en una cooperativa sin ánimo de lucro que ofrecía cuotas ajustadas a los vecinos y acceso gratis a 900 personas sin recursos. Tras el estallido de la pandemia, tuvieron que abandonar la actividad deportiva y volcarse con la de ayuda social a los más vulnerables. 

Gracias a esta mediación municipal, y a la buena predisposición del actual inversor, que ha renunciado al ánimo de lucro en la operación, como ha indicado el regidor de Ciutat Vella, Jordi Rabassa, éste compra la finca y cede a la empresa Mediaurban el derecho de superficie durante 55 años para que construya y gestione los 36 pisos del nuevo inmueble (de 60 metros cuadrados de superficie útil cada uno y repartidos en seis por planta hasta un total de seis alturas). Durante estos 55 años, el consistorio le irá retornando al inversor la cantidad que ha adelantado con la compra del solar a través de los alquileres, de unos 450 euros al mes. Y cumplido el plazo, la totalidad de la finca pasará a manos de la ciudad.

Rabassa ha indicado que el consistorio ve en esta operación un ejemplo a seguir  por parte de otros inversores "que quieran hacer vivienda protegida en Barcelona en lugar de privada para expulsar a los residentes". 

Trilla ha resaltado el gran valor de esta operación que ha calificado de "inédita" en la ciudad, pues el inversor no se ha centrado en la especulación y en la "expulsión de los vecinos", y ha celebrado que se haya esfumado finalmente "la amenaza de perder un equipamiento social de referencia en el que la antigua propiedad podría haber construido pisos en régimen de venta libre", además de asegurar el mantenimiento de la actividad social del gimnasio. 

Maria Sisternas, CEO de Mediaurban, ha concretado que el Gimnàs Social Sant Pau ocupará la planta baja de la nueva finca y que, durante las obras de edificación de la misma, el equipamiento trabajará "bajo mínimos". Los pisos irán destinados a personas dependientes de entidades sociales con diversas problemáticas además de a personas sin hogar.

La presidenta del Gimnàs, Lara Cáceres, ha expresado la "inmensa felicidad" que sienten los trabajadores cooperativistas, que "durante muchos años hemos estado con la sensación de si podríamos abrir o no cada día".

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