Acaba la moratoria para eliminar la mayoría de los acentos diacríticos en la lengua catalana

  • El Institut d'Estudis Catalans (IEC) los ha reducido a 15.
El 'Diccionario de la Lengua Catalana' del Institut d'Estudis Catalans.
El 'Diccionario de la Lengua Catalana' del Institut d'Estudis Catalans.
ACN
El 'Diccionario de la Lengua Catalana' del Institut d'Estudis Catalans.

Se acaba el tiempo concedido por el Institut d'Estudis Catalans (IEC) en 2016 para adaptarse a la modificación ortográfica que elimina la mayoría de los acentos diacríticos. Este miércoles vence la moratoria de cuatro años que se concedió a medios de comunicación, administración pública y centros educativos para que lo apliquen, y así lo ratificará el Pleno de la Sección Filológica de la institución de este mismo viernes. A partir de entonces, solo se podrán acentuar 15 de las 150 palabras que históricamente han llevado este acento. 

Las que permanecen son bé/be, Déu/deu, és/es, mà/ma, més/mes, món/mon, pèl/pel, què/que, sé/se, sí/si, sòl/sol, són/son, té/te, ús/us, vós/vos.

Ós/os, dona/dóna, adéu/adeu, en cambio, forman parte del amplísimo listado de acentos diacríticos que, en virtud de la modificación del IEC, dejarán de utilizarse a partir de esta semana. 

Habrá, con todo, la figura del diacrítico de uso "discrecional", que permite utilizarlo en casos concretos y aislados. En concreto, la nueva normativa acepta el uso de diacríticos ya no incluidos en el listado oficial en casos de transcripciones de usos metalingüísticos, en textos medievales, expresiones puntuales o enunciados aislados (titulares de prensa o hashtags).

La moratoria para adaptarse a este cambio -incluida dentro de la nueva 'Ortografía' del IEC- acaba esta semana, pero muchos medios ya habían adaptado su lenguaje a la normativa y, en el sistema educativo, los libros de texto incorporan esta y otras modificaciones ortográficas desde el curso 2019-2020.

Cambio polémico

En 2016, la propuesta de reforma y posterior ratificación generó alboroto y tuvo –y sigue teniendo- detractores. La institución, a su vez, defendió entonces que la propuesta era adoptada "por consenso". El entonces presidente, Joan Domènec Ros, incluso consideró positivo este "alboroto", y en todo caso recordó que la Sección Filológica había trabajado en la reforma ortográfica durante 20 años.

El IEC defendió la modificación como una "evolución normal" de la lengua que emanaba de una "demanda acumulada" en las oficinas del IEC, con el objeto de simplificar la lengua a partir de los principios de "racionalidad y reducción". A raíz de las quejas, la institución acabó concediendo la introducción del mencionado "carácter discrecional" del diacrítico para aquellas ocasiones en que se crea necesario.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento