Una nueva "bomba flotante" en Gibraltar: el Peñón ha cobijado a más de 100 submarinos nucleares desde el 'Tireless'

El Peñón ha recibido más de 100 submarinos nucleares
El Peñón ha recibido más de 100 submarinos nucleares
Carlos Gámez

Gibraltar, ese quebradero de cabeza para el Gobierno de España y foco constante de tensión con el Reino Unido, acoge de nuevo en sus aguas a un submarino nuclear. No es una novedad que la colonia británica permita a los sumergibles estadounidenses de estas características hacer escala en el Peñón para realizar diferentes acciones, desde labores de reparación y mantenimiento hasta el descanso de la dotación,. 

Pero cada vez que ocurre, debido al grave daño que podría provocar cualquier escape, saltan las alarmas en el Campo de Gibraltar, una de las comarcas de la provincia de Cádiz donde hasta cuatro de sus ocho municipios -Algeciras, Los Barrios, La Línea de la Concepción y San Roque- se sitúan en el semicírculo que conforma la Bahía de Algeciras, que también alberga a Gibraltar. En total, más de 270.000 personas residen en esta zona del territorio español. 

El batiscafo que ha llegado a aguas gibraltareñas es el USS Alaska (SSBN-732), según han informado la cuenta de Twitter de la U.S. Navy. Se trata de un submarino nuclear dotado con misiles balísticos intercontinentales Trident II D5, que tienen una gran precisión y un alcance de hasta 12.000 km.

Según explica la armada de los Estados Unidos, los SSBN de la clase Ohio, como el USS Alaska, "están diseñados específicamente para patrullas de disuasión prolongadas". De media, los submarinos pasan 77 días en el mar seguidos de 35 días en puerto para mantenimiento.

El Peñón ha recibido más de 100 submarinos nucleares
El Peñón ha recibido más de 100 submarinos nucleares
Carlos Gámez

La extraña maniobra del Alaska

Verdemar Ecologistas en Acción ha denunciado la peligrosidad que implica tránsito de estos buques que transportan cabezas nucleares por el estrecho de Gibraltar y ha solicitado que la zona "quede libre de artefactos, de submarinos de propulsión nuclear y otros buques que son auténticas bombas flotantes".

"Desde el incidente del Tireless -año 2000- tenemos registrada la entrada en el puerto de Gibraltar de más de 100 submarinos nucleares. La mayoría han permanecido atracados un tiempo y pertenecen al Reino Unido", revela Antonio Muñoz, presidente de la asociación ecologista. 

Muñoz llama la atención sobre la extraña maniobra del USS Alaska, que se ha desplazado hasta Gibraltar bordeando la costa gaditana cuando podía haber atracado perfectamente en la base hispano-estadounidense de Rota.  

"Eso nos hace sospecha que el puerto militar de Gibraltar se está convirtiendo en un puerto X de reparación de submarinos nucleares cuando no cuenta en la actualidad con la infraestructura necesaria al estar concebido para el avituallamiento y el descanso de la tripulación", afirma. 

Para el dirigente de Verdemar, "este tipo de trabajos en submarinos nucleares en puertos que no están diseñados para estos fines están poniendo en peligro y en riesgo a la población del Campo de Gibraltar". "No existe un Plan de Emergencia nuclear, pero tampoco lo queremos. Lo que queremos es que se vayan", sentencia. 

Siniestro medioambiental

El tránsito de buques nucleares por el estrecho de Gibraltar es constante y representa un riesgo para la población y el medioambiente. Cualquier accidente que implique un escape de material radiactivo en la zona tendría graves consecuencias medioambientales porque implicaría contaminación del agua y de las especies marinas, además de que la radiación se incorporaría a las cadenas tróficas, llegando así a la población. 

"Sería un siniestro medioambiental. Calculamos que una fuga radiactiva como la del Tirelees -el escape estuvo activo en el trayecto del submarino desde Creta a Gibraltar-, con las corrientes marinas, afectaría a media Andalucía y a parte de África", asegura Antonio Muñoz. 

La situación se agravaría si el submarino transportase en ese momento armas nucleares. La tragedia podría ser similar a lo ocurrido en las centrales nucleares de Chernóbil o Fukushima.

La crisis del 'Tireless'

Una de las crisis más importantes entre España y Reino Unido se vivió en mayo del año 2000, cuando el Tireless, un submarino nuclear británico de la clase Trafalgar, sufrió una pérdida de refrigerante en el reactor.

El sumergible atracó en el puerto de Gibraltar para lo que se esperaba que fuesen reparaciones menores, pero la avería resultó ser mucho más grave y buque permaneció en la colonia británica casi un año, lo que provocó las protestas de la población del Campo de Gibraltar y una fuerte tensión diplomática entre ambos gobiernos. 

Mostrar comentarios

Códigos Descuento