En un comunicado, los socialistas han sostenido que, en una situación de crisis económica como el que están padeciendo miles de santanderinos tras el estallido de la pandemia, "es el momento de que quienes gobiernan piensen en las necesidades diarias que tienen nuestros vecinos, comerciantes y hosteleros y no en caprichos tan costosos".

El portavoz municipal, Daniel Fernández, ha subrayado que "no es el momento de destinar tantísimo dinero en volver a colocar un mástil y una bandera de unas dimensiones enormes, que solo nos ha generado gastos desde que se colocó en 2008, y que saliéramos en las noticias a nivel nacional por el escándalo del sobrecoste que supuso la enseña adquirida por el exalcalde, Iñigo de la Serna, a un precio muy por encima del real".

Fernández ha realizado estas manifestaciones tras conocerse que el Consistorio ha licitado por 61.726 euros el nuevo mástil que se instalará en la glorieta de Puertochico, al que hay que añadir los 4.900 euros que ha costado la redacción del proyecto elaborado por la empresa Dynamis.

Para el socialista, se trata de un coste "desproporcionado" y un gasto "absolutamente innecesario" en una situación como la actual "porque el PP tiene como único objetivo el que Santander tenga la bandera de España más alta y más grande del país".

En opinión del portavoz municipal, aunque la bandera de España "es un motivo de orgullo" para los socialistas, "los santanderinos quieren que el equipo de Gobierno piense primero en sus necesidades reales y no se centre en cuestiones que pueden generar polémica por el coste tan desorbitado que implica reponer el mástil y la enseña rojigualda".

El edil ha recordado que el mástil anterior fue retirado en 2020 por desgaste del material, y que previamente, en 2018, también tuvo que ser reparado. Además, la bandera también tuvo que ser sustituida por una de menores dimensiones para reducir los esfuerzos que debía soportar.

Fernández ha añadido que "la enorme bandera de Puertochico no ha dejado de generar polémicas, gastos añadidos y anécdotas". Así, fue robada por tres jóvenes franceses en 2011 y los bomberos municipales han tenido que arriarla por motivos de seguridad cuando arreciaba el viento, "algo que en Santander es bastante habitual".

Aunque durante un tiempo la enseña se sustituyó por una de menores dimensiones, el portavoz socialista ha lamentado que el equipo de Gobierno anuncia ahora que volverán a instalar la bandera de 10 por 7 metros cuadrados, que supuso un coste de 40.000 euros y por lo que Santander fue noticia a nivel nacional, ya que el precio que pagó el Ayuntamiento fue "cuatro veces superior al coste de fábrica", ha concluido.