Estudiar alarga la esperanza de vida: los universitarios viven hasta cinco años más que quienes sólo tienen la primaria

Una mujer y un hombre de edad avanzada con bastón dando un paseo.
Una mujer y un hombre de edad avanzada con bastón dando un paseo.
MARTA FDEZ. JARA / EP 
Una mujer y un hombre de edad avanzada con bastón dando un paseo.

Las personas que cursaron estudios universitarios pueden llegar a vivir hasta cinco años más que quienes abandonaron el sistema educativo solo con la primaria. Según un estudio publicado el lunes en la revista científica Perspectives Demográfiques firmado por Amand Blanes y Sergi Trias-Llimós, investigadores de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), el nivel educativo de una persona está estrechamente ligado a su esperanza de vida, la probabilidad de sufrir una muerte evitable y disfrutar de una vejez en mejores condiciones de salud.

La primera de las conclusiones de la investigación es que los hombres con estudios superiores tienen una esperanza de vida de 53,5 años pasados los 30, mientras que aquellos con educación básica viven de media 48,4 años pasada esa edad, es decir, una diferencia de cinco años. 

En el caso de las mujeres la brecha es algo algo menos acentuada, pero también notable. Una mujer con 30 años que se graduó en la universidad puede confiar en vivir hasta los 88 años, mientras que otra que solo superó la primaria aspira a 84,9.

Y es que, resumen los investigadores, el nivel educativo además de ser una variable indirecta de la situación socioeconómica "condiciona en gran medida los estilos de vida y las preferencias hacia la salud de los individuos, así como el uso de los recursos del sistema sociosanitario".

Esto se refleja, por ejemplo, en los niveles de mortalidad por causas que podrían haberse evitado. Blanes y Trias-Llimós estiman que los hombres entre 30 y 49 años más instruidos fallecen tres veces menos que los de niveles más básicos por muertes cuya causa podría haberse evitado, una proporción que es del doble en el caso de las mujeres. 

Además, los decesos por cáncer de pulmón o enfermedades isquémicas y en accidentes de tráfico son significativamente más altos entre la población con menos estudios que entre los mejor formados.

Calidad en la vejez

Pero el nivel de estudios no solo afecta a la longevidad, sino que también condiciona la calidad de vida durante la vejez. Los investigadores estiman que, pasados los 30, las mujeres con más estudios pueden esperar vivir con "buena o muy buena salud" durante 44,2 años más, una perspectiva que es mucho peor entre los niveles más básicos de estudios. Las menos instruidas aspiran, de media a 29,5 años con buena salud, una diferencia de más de 14 años según el nivel. 

Por su parte, los hombres que fueron a la universidad disfrutan, de media, de diez años más de buena salud que quienes se quedaron en estudios primarios. Los primeros viven en buenas condiciones hasta 41 años pasados los 30, mientras que los segundos solo llegan a 30,9.

Los investigadores estiman que en los próximos años el envejecimiento de grupos de población más instruidos "jugará un papel positivo en los niveles agregados de salud y de mortalidad de la población". 

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