Baños de agua y barro para Susi, Yoyo y Bully, las elefantas del Zoo de Barcelona

  • El barrizal les sirve a las elefantas, según sus cuidadores, para hidratarse en los días más calurosos y reproducir su comportamiento natural.  
Baños de agua y barro para Susi, Yoyo y Bully, elefantas del Zoo de Barcelona
Baños de agua y barro para Susi, Yoyo y Bully, elefantas del Zoo de Barcelona
EFE
Baños de agua y barro para Susi, Yoyo y Bully, elefantas del Zoo de Barcelona

Las tres elefantas del Zoo de Barcelona, Susi, Yoyo y Bully, han estrenado un nuevo lodazal en las instalaciones que habitan para bañarse con agua y barro este verano, casi como si estuvieran en su hábitat natural en África.

A las tres paquidermas se las ve felices revolcándose en el fango y escupiendo agua por sus trompas, removiéndose pesadas, pero como si no tuvieran la edad que tienen: Susi, la mayor, con más de 53 años -19 en el zoo de Barcelona- es la más tranquila; Yoyo, que también sobrepasa los 50 años, -12 en Barcelona- ejerce de jefa del grupo; y Bully, la más joven, pero ya con casi 50 primaveras en su lomo -los últimos 9 en la capital catalana-.

El director del Zoo, Sito Alarcon, ha destacado a Efe el esfuerzo hecho por el Zoo para mejorar las instalaciones y garantizar el bienestar de las tres elefantas, que tuvieron que ser resocializadas cuando llegaron a Barcelona con problemas emocionales y físicos.

Según Alarcon, han invertido más de 6 millones de euros en mejorar y adecuar las instalaciones donde viven las tres viejas elefantas, que durante un año siguieron un programa para recuperarlas "porque venían de un pasado azaroso, de circos, maltratos, encadenadas..."

"La intensa labor de los últimos años para garantizar su bienestar ha hecho que el Zoo de Barcelona se haya convertido en un referente europeo en la atención a elefantas viejas", ha destacado el director del histórico zoo barcelonés, que abrió sus puertas el 24 de septiembre de 1892, hace ya 129 años.

El barrizal les sirve a las elefantas, según sus cuidadores, para hidratarse en los días más calurosos y reproducir su comportamiento natural.

La última ampliación de la instalación, situada en el bioma que simula la Sabana del Sahel, supone que las elefantas dispongan de un total de 5.500 metros cuadrados, en un recinto que está previsto que continúe mejorándose con más vegetación y que se ampliará hasta los 6.000 metros cuadrados.

No es África, pero se parece

"El nuevo lodazal complementa la instalación y supone un nuevo elemento para el bienestar de las elefantas, que podrán disfrutar como elemento de interacción y proporcionará beneficios a su comportamiento, ya que el barro adherido a la piel les protege del sol y de los parásitos", destaca Alarcon.

Además del barrizal, que recrea el hábitat natural de las paquidermas, han introducido en el recinto un sustrato natural, más blando e indicado para las articulaciones, ya trotadas, de las tres elefantas.

También han instalado objetos de interacción para sus ejercicios médicos, elementos estructurales para jugar y estimular, que se suman a unas nuevas instalaciones de cobijo climatizadas, con luz natural y de acceso libre para los animales.

Igualmente han integrado unos nuevos comederos que permiten simular los sistemas de alimentación y exploración naturales.

Las tres elefantas del Zoo barcelonés están juntas desde 2012, cuando se acogió a Bully, que había estado en un circo.

Antes, en 2002 llegó Susi, que también había pasado por un circo, y en 2009, Yoyo, que fue acogida en el Zoo después de pasar gran parte de su vida previa encadenada.

Seis cuidadores especializados, un encargado y un conservador, además de los biólogos y veterinarios del Zoo se encargan de cuidar y evaluar el estado físico y psíquico de las elefantas, ya sea a través de la observación o monitorizando su conducta y haciéndoles regulares ejercicios médicos.

"Incluso hemos instalado videocámaras para monitorizar el sueño de las elefantas mientras duermen", subraya el director.

Varios indicadores basados en el llamado Animal Welfare Quality Protocol permiten al equipo constatar que las elefantas gozan de buena salud, tienen buen alojamiento y buena alimentación y que su comportamiento es el apropiado.

El elefante africano (Loxodonta africana), especie al que pertenecen Susi, Yoyo y Bully, está catalogado por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza como una especie en peligro de extinción.

Pese a estas mejoras, en las instalaciones para las elefantas del Zoo, los grupos ecologistas y animalistas critican su cautiverio para mostrarlas en público, pero desde el Zoo defienden que el nuevo modelo de zoológico que está implementando Barcelona garantiza el bienestar de los animales y se rige por tres principios: educación, investigación y conservación.

Alarcon, que conduce el Zoo con el objetivo de sensibilizar sobre la necesidad de cuidar la biodiversidad, recuperar fauna amenazada y apostar por la autóctona, ha avanzado a Efe que este año prevén abrir un nuevo pabellón dedicado a los invertebrados "porque el 97 % de los bichos que viven en la Tierra son invertebrados".

El Zoo de Barcelona, que ya tuvo en sus inicios a los elefantes Avi y Julia, cómo animales emblemáticos, antes que el gorila albino Copito de Nieve, no quiere tener "animales bandera" o icónicos, según su director, porque tan importante como los elefantes son, por ejemplo, el tritón del Montseny, "el anfibio más amenazado de Europa, o el fartet".

"¿Y qué me dices del apasionante mundo de las abejas?", añade Alarcon."Hemos de tener claro que vivimos en un planeta de virus y bacterias y recordar que las enfermedades zoonóticas, como la covid, el ébola o el MERS, se originan por el maltrato a los ecosistemas", concluye Alarcon.

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