La Guardia Civil y el Servicio de Vigilancia Aduanera han intervenido en el puerto de Barcelona una tonelada de cocaína que se encontraba en el interior de un contenedor de mercancías que partió de Montevideo (Uruguay) a finales de mayo y permanecía oculta en dos calderas industriales.

Tal como ha avanzado El Periódico y han confirmado fuentes policiales, se trata de uno de los mayores alijos de cocaína interceptados hasta la fecha en la capital catalana y la investigación, cuyas actuaciones permanecen bajo secreto, estaría tratando de dilucidar si, tras el envío, se encuentra una organización internacional estructurada.

La operación fue anunciada anoche por la ministra de Economía uruguaya, Azucena Arbeleche, quien detalló que el buque que llevaba los contenedores de cocaína —supuestamente de alta pureza— fue escaneado por la Dirección Nacional de Aduanas en el Puerto de Montevideo antes de zarpar y, en su trayecto hasta Barcelona, realizó varias escalas en ciudades que no han sido reveladas.

Tras informar del hallazgo al presidente de la República, Luis Lacalle Pou, Arbeleche aseguró que la Fiscalía uruguaya ya ha abierto una investigación de carácter "urgente" para esclarecer el origen del alijo, cuyo contenedor pertenece a una empresa local cuyo titular es extranjero.

La información sobre la incautación del cargamento habría sido transmitida a las autoridades uruguayas el pasado martes y, dos días después, la ministra de Economía la hizo pública en una rueda de prensa acompañada de los titulares de Interior, Luis Alberto Heber, y de Defensa, Javier García, según medios locales.