Dave Smith, un británico de 72 años, ha estado contagiado por el coronavirus durante diez meses, lo que se considera la infección más larga del mundo por esta enfermedad, ha informado la agencia AFP. Tras 40 test positivos y siete hospitalizaciones, Smith ha logrado superar la enfermedad tras unos 300 días ingresado. 

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Smith se infectó en marzo de 2020, al comienzo de la primera ola de la pandemia en el Reino Unido, y, al parecer, su sistema inmunológico estaba debilitado por la leucemia que padeció, que fue tratada con quimioterapia en 2019.

“Rezaba todo el tiempo: el próximo será negativo, el próximo será negativo, pero nunca lo era”, declaró a la BBC este instructor de autoescuela jubilado de Bristol, suroeste de Inglaterra. 

Pesaba 117 kilos pero Smith perdió más de 60 durante la enfermedad. “Estaba listo para rendirme” y dispuesto a morir, cuenta. “Mi esposa había empezado a organizar el funeral cinco veces”, detalló al diario The Guardian.

Smith dio finalmente negativo 45 días después de ser tratado, por motivos de compasión, por un cóctel experimental de anticuerpos del grupo estadounidense Regeneron, no autorizado en el Reino Unido. Ese medicamento fue el mismo que recibió el expresidente de Estados Unidos, Donald Trump.

La buena noticia que recibieron tanto Smith como su mujer fue celebrada con champán: “No bebemos normalmente, pero nos la tomamos entera esa noche”. 

“Es como si te hubiesen dado una nueva vida”, aunque “nunca estaré al 100% porque el coronavirus ha destruido mis pulmones. Me quedo sin aliento bastante rápido", dijo.