Con las dos últimas polémicas sobre la celebración de la Primera Comunión de su hijo mayor y la supuesta intención de su madre de desheredarle, Kiko Rivera Pantoja se ha trasladado, con su mujer Irene Rosales y sus tres pequeños, a una villa ubicada en primera línea de playa en Matalascañas para disfrutar de vacaciones en familia.
El DJ encuentra paz y su felicidad plena en sus dos pequeños y su mujer, Irene Rosales: "Si quieres saber qué es la felicidad, simplemente mira esta foto. Gracias Diosito me considero un tío con suerte, muero de amor y punto", ha compartido en Instagram.
Irene Rosales también comparte en sus historias de Instagram cómo están aprovechando estos días en familia, disfrutando de cenas y juegos en la playa.
La pareja ha decidido distanciarse una temporada, puesto que días antes de estas vacaciones se daban a conocer las intenciones de la madre sobre desheredar a Kiko: Marta, expareja de su tío Juan Pantoja, contó en Socialité que la artista había iniciado los trámites para dejar al DJ solo con la legítima, según la ley. “Está actuando como madre y quizá le está protegiendo para que no se pierda el patrimonio de ‘Paquirri’”, aseguró en el programa de María Patiño. La herencia iría hacia sus nietos, pero, al ser aún menores, quedaría en manos, posiblemente, de Agustín Pantoja.
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