Conseguir entrar a vivir a un piso de protección oficial se hace cada vez más complicado y a las demoras que conlleva aguantar en el toc-toc a la espera de sorteo se unen los retrasos en la entrega de las llaves, que pueden llegar a superar el año y también sufren los efectos de la crisis.

Los proyectos de expansión urbanística que están en marcha en Zaragoza prevén la construcción de algo más de 20.000 VPO. Sin embargo, muchas de ellas están únicamente plasmadas sobre el papel, las parcelas sobre las que se tienen que construir aún no se han urbanizado y en determinados casos están incluso paralizadas debido a la desaceleración del sector inmobiliario.

Los principales problemas se están dando en al futuro barrio de Arcosur, cuyas obras de urbanización arrancan finalmente esta semana tras dos años de retraso, Parque Venecia, que prevé construir 4.103 viviendas, o Valdespartera, donde ya viven unos 7.500 vecinos y aún mantiene varias parcelas pendientes.

Las causas de estos retrasos son varias. Por un lado, las demoras en las obras de urbanización, imprescindibles para poder empezar a construir y que en muchos casos dependen de créditos que no terminan de concederse (como ha pasado con Arcosur).

Por otro lado, los parones derivados de la crisis del ladrillo (con gremios que quiebran y obras detenidas a la espera de confirmar nuevos contratos) y las demoras en la concesión de las licencias. Se estima que en Zaragoza hay unos 2.300 pisos que acumulan varios meses de retraso a la espera de recibir los permisos municipales para poder empezar a construirse.

Montecanal, Rosales, Montes de Torrero, Miguel Servet o San Pablo son otras de las zonas que también sufren estos retrasos. Las asociaciones de consumidores están recibiendo decenas de quejas al mes. «Algunos afectados están pagando hasta 500 euros al mes sin saber siquiera cuándo tendrán su piso», explican en la UCA. Los afectados se han reunido incluso en torno a varios foros de Internet, como www.somosvaldesparera.com o www.parquevenecia.com.

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