El viento no sopla a favor de la Costa. Cuando por fin los granadinos tienen una autovía para bajar decentemente a la playa, se quedan sin fondos para alquilar el apartamento. Paradojas de la vida.

A menos de una quincena para que arranque el periodo de veraneo, los municipios costeros aún tienen más de la mitad de los pisos de temporada sin reservar, una situación que ni de lejos podía atisbarse hace unos años.

Entonces, «para Semana Santa ya se habían cerrado el 80% de los acuerdos para alquilar un piso en la playa», una cifra que a día de hoy no alcanza el 40%, comenta Alberto López, de la inmobiliaria Nazarí.

La crisis y las reticencias de los propietarios de los inmuebles a bajar el precio del arrendamiento estival frenan las reservas de los veraneantes que eligen cada año la costa granadina como lugar de descanso, según las inmobiliarias consultadas por 20 minutos.

Ya lo hicieron el verano pasado cuando la crisis sólo se asomaba, pero ahora que enseña los colmillos se resisten a bajar aún más las tarifas. «Están dispuestos a negociar, pero como mucho se baja entre el 8% y el 10% del precio», añade Marina Martín, de la inmobiliaria Pórtico.

Los mediadores se las ven y se las desean para cerrar los acuerdos, algunos de los cuales acaban en el cajón.

«Los veraneantes siguen teniendo interés pero consideran altos los precios. En estos tiempos es normal», matiza Alberto López.

Las consecuencias, algunos optan por reducir el tiempo de estancia «a una semana o quincena como mucho», pese a que los propietarios hacen ofertas para que alquilen el apartamento todo el mes.

Desde 500 euros

Los precios son similares a los del año pasado: la quincena en un piso de dos o tres dormitorios oscila entre los 800 y los 1.200 euros; 500 euros en un apartamento de un dormitorio (como mucho) y 2.000 euros el mes completo.

Por otra parte, cada vez hay más propietarios que prefieren arrendar el piso de la playa durante el invierno, ya que de esta forma se garantizan los ingresos, y aunque en verano se quede vacío. La zona más cara es La Herradura y la más barata, Carchuna, Calahonda o La Mamola. Muchos esperan ofertas de última hora.