Las personas efectuamos juicios de valor sobre otras personas a partir de sus rasgos faciales. Un nuevo estudio, realizado por investigadores españoles y brasileños, muestra que, con sólo 100 milisegundos de exposición a una cara, somos capaces de detectar antes en las personas la alegría y la sorpresa que la tristeza o el miedo. Con sólo 100 milisegundos (0,1 segundos) de exposición a una cara, nuestro cerebro es capaz de tener una primera impresión de los
Otra cosa es que esa impresión sea acertada. Ahora un grupo internacional de expertos ha analizado las bases del procesamiento de expresiones emocionales y ha estudiado el patrón de asimetría cerebral de la percepción de gestos faciales positivos y negativos.
Los investigadores trabajaron con 80 estudiantes de psicología (65 mujeres y 15 hombres) para analizar las diferencias entre sus hemisferios cerebrales con la técnica de "campo visual dividido", que se basa en las propiedades anatómicas del sistema visual.
"La novedad del trabajo radica en que esta práctica garantiza que la información vaya a parar a un hemisferio cerebral u otro", explica J. Antonio Aznar-Casanova, uno de los autores del estudio e investigador de la Universidad de Barcelona (UB).
Los resultados, publicados en el último número de la revista Laterality, muestran que el hemisferio derecho rinde mejor en el procesamiento de las emociones. "Sin embargo, esta ventaja parece ser más evidente cuando se trata de procesar rostros felices y sorprendidos que tristes y miedosos", puntualiza el investigador. Esta investigación completa los estudios previos que ya habían señalado asimetrías cerebrales en el procesamiento de las emociones, y enriquece un
Las personas realizan deducciones sobre los rasgos de los rostros. "Estas inferencias pueden tener una gran influencia sobre un resultado electoral o una condena en un juicio, y han sido previamente estudiadas en campos como la criminología o la pseudo-ciencia de la fisiognomía", subraya el neurocientífico.
En la actualidad, dos teorías "compiten" por explicar el patrón de asimetría cerebral en el procesamiento de emociones. La más antigua postula la dominancia del hemisferio derecho para el procesamiento de las emociones. La segunda se basa en la hipótesis del acercamiento-retraimiento, y considera que el patrón de asimetría cerebral depende de la emoción, es decir, que cada hemisferio procesa mejor ciertas emociones (el derecho, de retraimiento; y el izquierdo, de acercamiento).
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