"El centro aguantará un año más para que los niños que ya estaban en el centro puedan terminar en el mismo centro", ha explicado Pomares en declaraciones a Europa Press, asegurando que así "no perjudicamos ni a los padres ni a los niños, tenemos que pensar prioritariamente en ellos".

"Si les hacemos cambiar, estos niños hubieran tenido que estar este año en un centro, el que viene en otro y el próximo en otro", ha señalado, por lo que "pensando en los niños y en los padres" se ha tomado esta decisión, que, según ha afirmado el concejal, ha sido ya hablada con la oposición, quienes criticaron el cierre de este espacio.

El centro, por tanto, no se abrirá a matrículas nuevas y las líneas nuevas estarán cerradas pero los menores que ya estaban matriculados este curso podrán estar el próximo y terminar la etapa. Afecta, en concreto, a unas 20 familias.

Pomares ha recordado que "nuestra decisión era cerrar el centro educativo infantil, porque entendíamos que no hacía falta", precisando que "seguimos en esta postura, porque hay poca demanda para el exceso de oferta que existe en este sector en esta zona", pero ha reconocido que "en el fondo llevan razón los padres. Cambiar el niño en dos años en dos centros creo que no es bueno, ya tendrán que hacerlo cuando pasen al colegio".

"Tenemos que pensar en ellos", ha insistido Pomares, que ha detallado que por mantener el servicio un año más "no pasa nada". "Lo que hacemos es que los niños que han empezado en el centro educativo terminen en el mismo centro y pasen, posteriormente, a Infantil", ha agregado.

El Ayuntamiento de Málaga anunció a principios de junio que iba a reorganizar el servicio que se ha venido prestando desde el año 2013 en una instalación municipal ubicada en calle Chaves, 5; desde entonces este equipamiento ha venido acogiendo la Escuela Infantil Colores de Málaga -una de las cinco escuelas infantiles construidas por el Ayuntamiento y gestionadas en régimen de concierto en base al pertinente convenio de colaboración con la Junta de Andalucía-.

Así, según detallaron desde el Ayuntamiento de acuerdo al descenso notorio de la demanda (el número de plazas solicitadas para el curso que viene es de 22 de las 61 totales ofertadas, de modo que solo vendría a cubrirse el 36 por ciento de la oferta), debido a la bajada objetiva de la natalidad y, teniendo constancia de la sobreoferta de plazas en la zona (tras la consulta realizada a la Delegación de Educación de la Junta), el Ayuntamiento decidió gestionar un cambio de matriculación de las 22 plazas que se han reservado para el próximo curso escolar.

De este modo, estos niños y niñas podrán cursarlo preferentemente en la Escuela Infantil Novaschool, ubicada apenas a 900 metros de calle Chaves y que cuenta con plazas suficientes y con régimen de concierto autonómico.

El Área de Derechos Sociales comunicó ya a la totalidad de la plantilla de la escuela infantil (una docena de empleados municipales) que serán reubicados y mantendrán las mismas condiciones laborales que hasta la fecha. Del mismo modo, el Consistorio se ha comprometido a darle un uso al equipamiento, manteniendo el carácter social del mismo.

Explicaron entonces que se trataba, por tanto, de una reorganización de los recursos que permitirá a las familias cuyos hijos e hijas estaban escolarizadas en esta escuela, poder seguir en otra escuela municipal con régimen de concierto con la Junta de Andalucía; a los empleados municipales, mantener sus actuales condiciones laborales y a la ciudad, seguir contando con una instalación municipal que seguirá dedicándose a fines sociales.

Frente a ello, y una vez conocida esta reorganización, los grupos municipales del PSOE y de Adelante Málaga criticaron la decisión del Ayuntamiento de Málaga.