Aunque la propiedad la compró el año pasado, debido a la pandemia había tenido que paralizar las obras de construcción de una casa en la que piensa para sus retiros vacacionales. Hablamos de la última adquisición de Victoria de Suecia de la que hablan todos los medios del país ahora que ha salido a la luz y, en España, la revista Lecturas.

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La residencia habitual de la princesa escandinava es el Palacio de Haga, al norte de Estocolmo, y lo más curioso y sorprendente es que para sus períodos de asueto ha decidido no marcharse demasiado lejos, dado que los terrenos que ahora le pertenecen se encuentran en la isla de Värmdö, la isla de mayor extensión de cuantas conforman la capital sueca.

La hija mayor de los reyes Carlos Gustavo y Silvia de Suecia tiene intención de que la casa que se erija en esta extensión le sirva para poder disfrutar lejos de su residencia habitual los fines de semana, si bien por eso es más asombroso que la novedad se encuentre tan cerca, a apenas 30 kilómetros.

Es cierto que es un plus tanto su cercanía al mar como el paraje idílico y bucólico en el que está enclavada esta propiedad, si bien muchos se preguntan si ello justifica el desembolso que ha realizado por una finca que bien podría estar mucho más alejada que apenas 45 minutos en coche.

Por ahora, la Casa Real sueca no ha dado detalles ni de la extensión de la parcela adquirida ni, por supuesto, el precio final que le ha costado, dado que el dinero no ha salido de los fondos públicos, sino que se trata de una compraventa privada, financiada con los ingresos propios de los príncipes herederos.

Hasta ahora, el destino de las vacaciones de Victoria de Suecia y su marido Daniel, así como sus hijos, Estela y Óscar, era, junto al resto de la monarquía escandinava, en el palacio de Sölliden, en la isla de Öland, al sur del país.