Crece la presión sobre Pedro Sánchez con un frente común de dos comunidades de peso y de distinto color político para reclamar al Estado una financiación autonómica "justa". Así lo han planteado Andalucía, la autonomía más poblada de España (con presidente del PP) y la Comunitat Valenciana (presidida por el PSOE y cuarta en número de habitantes), cuyos presidentes mantendrán una reunión después del verano para unir fuerzas frente a lo que consideran un sistema que no trata a todos por igual.

Esta nueva alianza comenzó a forjarse la pasada semana en Barcelona, durante la celebración de la reunión anual del Círculo de Economía, donde el presidente andaluz, Juanma Moreno, invitó a su homólogo valenciano, Ximo Puig, a mantener un encuentro en Sevilla para abordar la financiación de ambas comunidades por parte del Gobierno central. Y este mismo lunes, Puig ha recogido el guante y ha anunciado que en septiembre visitará la capital hispalense para "trabajar conjuntamente" con el popular sobre esta materia, un encuentro que estará precedido por otra reunión de los consejeros de Hacienda de las dos regiones, el valenciano Vicent Soler y el andaluz Juan Bravo.

Los contactos con la Junta de Andalucía, ha asegurado el jefe del Consell valenciano, "nunca han dejado de existir", pero "ahora se van a intensificar", ya que, según acordaron ambos líderes la pasada semana, "evidentemente" tenían que "trabajar juntos" para conseguir "un sistema de financiación justo para todos", una reclamación que empieza ya a ser histórica, y a la que ahora, además, se ha sumado la generada por el reparto de los fondos Covid, que han causado también rechazo en las comunidades andaluza y valenciana. Pero tanto una reclamación como la otra solo han obtenido hasta la fecha la negativa por parte del Ministerio de Hacienda, ahora en manos de la exconsejera andaluza María Jesús Montero.

De hecho, la negativa de Montero a poner una fecha para la reforma del sistema durante una recepción la semana pasada a la Plataforma pel Finançament Just cayó como un jarro de agua fría en el Gobierno valenciano y puede desembocar en un replanteamiento de Compromís, socio del Botànic, al Ejecutivo central.

Puig considera una "buena noticia" que "haya comunidades del peso de Andalucía y la Comunitat Valenciana que sean capaces de trabajar juntos para aportar una solución que finalmente garantice la igualdad de los españoles, que finalmente es de lo que se trata". Y recuerda que en dos semanas celebrará una cumbre bilateral con Baleares donde también se tratará la financiación. "Lo que está claro es que se trata de sumar", ha añadido el president.

Cuestionado sobre la reacción que esta alianza pueda causar en las direcciones nacionales del PSOE y del PP, Puig ha afirmado que la institucionalidad "está por encima del partidismo", y apunta que "los intereses respecto a la financiación de la Comunitat son bastante concordantes con los de Andalucía". Y ha concluido: "Las comunidades autónomas son una parte fundamental del Estado, los presidentes tienen que tener una mirada mucho más allá del partidismo. Siempre he dicho que represento a todos los valencianos, no a un partido determinado".

Para Moreno, estas son las dos regiones más "damnificadas" por el actual sistema de financiación y este "frente común" que ahora se plantea entre la primera y la cuarta autonomía más pobladas de España permitirá que el Ejecutivo de Pedro Sánchez asuma que hay que trabajar en un nuevo modelo o, al menos, introducir "elementos correctores" en el actual, porque ambas comunidades están infrafinanciadas.

"Esto es absolutamente urgente, no podemos aguantar mucho más", ha advertido el popular, quien señala que su Gobierno tiene que estar "buscando dinero debajo de las piedras y cuadrando las cuentas de manera permanente" para poder financiar los servicios públicos esenciales ante la falta de una financiación suficiente por parte del Estado. 

En su encuentro con Sánchez, el popular cifró en 9.651 millones de euros el "déficit" del Estado con Andalucía desde el año 2009, por lo que reclamó al presidente la creación de un "fondo compensatorio" que permita ir equilibrando las cuentas de forma progresiva.