Valencia experimentó ayer una fuerte subida de cuatro grados en las temperaturas que disparó los termómetros hasta los 33, lo que hizo de la jornada el día más caluroso en lo que llevamos de año. El intenso viento de poniente dominante en los últimos días ha sido, según indican desde el Centro Meteorológico de Valencia, el causante del subidón térmico.

El mercurio osciló ayer entre los 33 grados de máxima y los 18 de mínima en la capital. En el observatorio de Manises, la diferencia en el registro máximo fue cinco grados superior, llegando también a los 33 grados.

La persistencia del viento de poniente durante los últimos días, unida a las altas temperaturas en capas  bajas de la atmósfera, han provocado este adelanto prematuro del verano en la provincia, indican a 20 minutos desde el Grupo de Predicción y Vigilancia de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet).

La sensación de bochorno fue especialmente agobiante en las horas del mediodía. Muchos valencianos aprovecharon para acercarse a las playas de la ciudad, que ayer presentaron un muy buen aspecto en cuanto a fluencia de visitantes.

El día fue, de largo, el más caluroso del año en la ciudad, tal y como confirmaron desde Aemet con datos del registro de 2009.

La máxima más extrema se alcanzó en Xàtiva, con 36 grados (seis más que el día anterior). En segunda posición se situó Oliva, con 34 grados centígrados (cuatro más que el lunes), Valencia y Manises, con 33, y Utiel, donde los termómetros llegaron a 29 grados, con una subida de cinco de golpe.

La predicción para hoy indica que las temperaturas bajarán entre leve y moderadamente (tres o cuatro grados de media) en la costa, debido a la entrada de brisas marítimas, lo que supondrá una cierta vuelta a la normalidad para lo que es habitual a estas alturas del año. En el interior, en cambio, persistirá el calor, sobre todo en las zonas más  altas.

Sanidad alerta a niños y ancianos La Conselleria de Sanidad recomienda durante los días de calor extremo atender a los grupos de riesgo: niños menores de cinco años, ancianos, obesos, enfermos y quienes realicen esfuerzos físicos. Las medidas más efectivas son llevar ropa clara y ligera, tomar abundantes líquidos, evitar el sol y no dejar a niños en el interior de coches. También hay que evitar infecciones alimentarias veraniegas con la conservación de alimentos como las mayonesas.