La alcaldesa de Barakaldo, Amaia del Campo, ha visitado este jueves el antiguo almacén de vinos y licores, junto a la directora gerente de la Fundación de Trabajadores de la Siderurgia Integral, Astrid López, y Julio Touza, el arquitecto encargado de la rehabilitación y diseño del nuevo espacio.

La Fundación y el Ayuntamiento impulsan este proyecto de la llamada 'Escuela de Aprendices del siglo XXI' que pretende, según ha indicado la regidora vizcaína, recuperar el modelo de enseñanza de la antigua Altos Hornos con "clases teóricas", pero añadiendo el "contacto directo y estrecho" con las empresas.

De este modo, el objetivo es crear "un centro de formación y de oficios de primer nivel, con Formación Dual, orientado a la Formación Profesional y capacitaciones que las empresas demandan en el mercado de trabajo real".

El Ayuntamiento ha cedido el edificio, a través de un convenio, a la Fundación de Trabajadores de la Siderurgia Integral, con la condición de que fuese rehabilitado. Según han explicado desde el Consistorio, "el nuevo aspecto del edificio ya es visible desde fuera y también lo es apreciable por dentro".

De este modo, el estado de las obras se encuentra "muy avanzado", a pesar de que "la pandemia y la incertidumbre generada hace más de un año paralizaron buena parte de los trabajos de remodelación". Las obras se reiniciaron hace unos meses "con un fuerte ritmo, después de superarse con éxito las dificultades derivadas de las patologías estructurales" que afectaban "seriamente" al edificio, han destacado.

El arquitecto Julio Touza ha precisado que "las obras mantienen un alto nivel de calidad de ejecución, conservan toda la fisonomía y carácter de la antigua Alhóndiga, respetando los niveles de protección que el planeamiento urbanístico le otorga al edificio, y adaptándose a un programa multidisciplinar que habrá de permitir la polivalencia formativa".

A día de hoy se han completado las demoliciones de tabiquerías interiores, toda la consolidación estructural que afectaba fundamentalmente a cimentación, pilares y forjados, la reparación de toda la cubierta, aleros y canalones, la reparación de la fachada exterior, incluidas todas las carpinterías nuevas de aluminio especial con rotura de puente térmico y doble acristalamiento.

Se está trabajando en tabiquerías y particiones del edificio y se han iniciado también en las zonas comunes la colocación de falsos techos.Ha sido reparada en su totalidad la red horizontal de saneamiento, se han dispuesto nuevos puntos de acometidas desde la red general del Consorcio y se ha ejecutado toda la red de agua fría, agua caliente y saneamiento. También se ha instalado una red de gas, antes inexistente, que permitirá el mejor funcionamiento del sistema formativo culinario.

Toda la planta baja tiene completa ya la instalación de climatización, con sistemas de bajo consumo por bomba de calor y suelo radiante en el hall principal, entre otras instalaciones principales.

"Las obras mantienen una fuerte actividad, y se inician ahora las de adecuación de la plaza exterior de acceso, lo que sin duda ennoblecerá y mejorará notablemente la imagen exterior y su entrada principal", ha indicado el arquitecto.

La alcaldesa de Barakaldo ha aprovechado la visita para agradecer la Fundación de Trabajadores de la Siderurgia Integral que, pese a la pandemia, haya seguido apostando por "acercar este importantísimo proyecto a nuestra ciudad y mantener nuestra historia y nuestras raíces industriales vivas".

Asimismo, ha valorado que la Escuela de Aprendices servirá "de cantera para nutrir a las empresas del entorno de trabajadores profesionales".

El objetivo es que en el último trimestre del año puedan iniciarse las actividades docentes, para las que ya hay establecido "un programa ambicioso y de muy alto nivel", ha destacado el Consistorio.