Tener que hacer la maleta para ir a trabajar es, en ocasiones, inevitable. Las dificultades para encontrar empleo obligaron a emigrar a 45.215 personas de la provincia de Pontevedra en 2008. Así lo corroboran los datos del Informe Anual de Movilidad, elaborado por el Ministerio de Trabajo e Inmigración.

Así, los pontevedreses que se marcharon de la provincia para trabajar representan el 14,5% de los casi 311.000 contratados aquí el pasado año. De hecho, aún son más los que se van que los que llegan . A lo largo de 2008 vinieron a trabajar a Pontevedra 33.126 personas, unas 12.000 menos que las que se marcharon a otros lugares de España por motivos laborales.

Pero quienes se van tampoco lo hacen muy lejos. De hecho, el 56% de los pontevedreses no salió de Galicia. Concretamente, 20.096 se fueron a trabajar a A Coruña, 2.991 a Ourense y otros 2.412 a Lugo.

Del resto de España, son las provincias de Barcelona y Madrid las que acogen a más ciudadanos llegados desde Pontevedra.

Respecto al año anterior, tanto las entradas como las salidas de trabajadores han descendido. El caso más notable es el de los pontevedreses que salieron, pues fueron casi un 14% menos que en 2007. Las llegadas, por contra, sólo cayeron un 0,3%. En el conjunto de España la tasa de movilidad se situó en el 12,5%, dos puntos por encima respecto a 2007.

En qué se emplean

Quienes se van encuentran trabajo principalmente en el sector servicios y en la construcción, que tienen una tasa de movilidad del 17,7%.. La agricultura le sigue de cerca, pues casi 15 de cada 100 emigrantes salió de su provincia para trabajar en el campo. En este caso, el sur de España es el destino más habitual.

El perfil del que emigra

Según el Ministerio de Trabajo, el perfil de trabajador que se desplaza corresponde con el de un hombre de unos 30 años, con estudios secundarios, que ocupa puestos poco cualificados en sectores como la construcción, la hosteleríao la agricultura. Madrid, el arco mediterráneo, el valle del Ebro y las Islas Baleares son las principales zonas receptoras, mientras que el Cantábrico, el oeste y el sur peninsular son los puntos con mayor tasa de emigración.

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