Antes del año 2023, el 52% de la población española, unos 25 millones de personas repartidas en 149 ciudades, respirará un aire más saludable. La nueva Ley de Cambio Climático y Transición Energética que se ha probado en el Congreso de los Diputados obliga a establecer zonas de bajas emisiones (ZBE) urbanas en todas las ciudades del país de más de 50.000 habitantes. 

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Para facilitar a los diferentes ayuntamientos la implantación de estas áreas, el Área Metropolitana de Barcelona (AMB), la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) y la Dirección General de Tráfico (DGT) han presentado este jueves la primera guía técnica sobre el asunto. 

Esta especie de manual se basa en el modelo metropolitano de ZBE implantado en 2020 en Barcelona, pionero en España y que restringe la circulación de los vehículos más contaminantes -aquellos sin etiqueta ambiental de la DGT (Cero, Eco, C y B), o lo que es lo mismo modelos de gasolina anteriores al año 2000 o diésel anteriores a 2005- en un área determinada. 

Así, el modelo de bajas emisiones barcelonés que sirve se fundamenta en cinco ejes: un tipo de ordenanza común -afecta en total cinco municipios-, el sistema de etiquetado de la DGT, un sistema de control con más de 120 cámaras para la lectura de matrículas, una señalética común y la realización de acciones de comunicación para concienciar y dar a conocer el proyecto a la ciudadanía. 

DGT

Más del 50% de vehículos sin etiqueta, fuera de la circulación

El principal beneficio que tiene la implantación de las ZBE es la reducción de la polución atmosférica como consecuencia del veto a los vehículos que más contaminan. 

En Barcelona, por ejemplo, se ha reducido más de un 50% el número de vehículos que circulan sin etiqueta ambiental por el área. 

En 2017, cuando se anunció la medida para su entrada en vigor en 2020, el 20% de los vehículos que circulaban por la zona de bajas emisiones carecían del distintivo de la DGT, un porcentaje que en la actualidad está entre el 2 y 2,5%. 

La ZBE Rondas de Barcelona nació con el objetivo de la iniciativa es reducir hasta un 15% las emisiones de dióxido de nitrógeno (NO2) y un 6% el dióxido de carbono (CO2).

Esta iniciativa catalana también ha contribuido a la renovación del parque de vehículos. Solo en el último año, hasta 80.000 vehículos sin etiqueta ambiental han pasado por el desguace. 

Además del área de bajas emisiones, es importante que las administraciones adopten una serie de medidas complementarias destinadas a favorecer la movilidad sostenible, como la mejora del transporte público, la creación de infraestructuras para impulsar el uso de instrumentos de movilidad verde como la bicicleta o la optimización del transporte urbano de mercancías.

El caso de Barcelona... y el anuncio de Madrid

Con el objetivo de mejorar la salud de los ciudadanos, el 1 de enero de 2020 se puso en marcha la ZBE Rondas de Barcelona, que impedía la circulación por el área a los vehículos mas contaminantes de lunes a viernes laborables, entre las 7.00 y las 20.00 horas. 

Esta zona de bajas emisiones tiene una extensión total de 95 km2 y afecta a cinco municipios metropolitanos: Barcelona (excepto la Zona Franca industrial y el barrio de Vallvidrera, el Tibidabo i Les Planes), Sant Adrià de Besòs, L’Hospitalet de Llobregat y parte de Esplugues de Llobregat y Cornellà de Llobregat.

Por otra parte, en la ciudad de Madrid, su alcalde, José Luis Martínez-Almeida,  avanzó en un pleno municipal que la capital tendrá la zona de bajas emisiones "más grande de Europa". Según ha explicado el área de Medio Ambiente y Movilidad a este medio, en 2024 -un año más tarde de lo que marca la Ley de Cambio Climático- quedará prohibida la entrada a los vehículos más contaminantes  de los no residentes o aquellos que no estén matriculados en la capital tendrán limitado el acceso a la ciudad. Al año siguiente, la medida se extendería a los residentes madrileños. 

Para que esto sea haga efectivo, el Ayuntamiento de Madrid modificará la Ordenanza de Movilidad Sostenible. Así, los 604 kilómetros cuadrados que componen el territorio de la capital serán declarados como ZBE en 2024, una superficie superior a las ZBE de Bruselas (161 km2), París (105 km2), Barcelona (95), Berlín (88), Lyon (48), Ámsterdam (20) o Milán (8,2).