Al menos doce personas han muerto y 55 sufrieron heridas, entre ellos varios extranjeros, debido a la explosión de un coche bomba junto a un lujoso hotel de la ciudad de Peshawar, en el noroeste de Pakistán, informó una fuente oficial. Entre las víctimas hay dos trabajadores de la ONU, un funcionario ruso del Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR) y una funcionaria filipina de UNICEF.

El atentado tuvo lugar en las instalaciones de un lujoso hotel, el Pearl Continental, situado en el barrio de Saddar, donde también hay muchos restaurantes y locales de ocio.

Según la fuente, los terroristas llegaron anoche al hotel a bordo de dos vehículos y equipados con armas automáticas, que usaron para abatir a los guardas de seguridad antes de llegar al aparcamiento del establecimiento.

Allí, uno de ellos hizo detonar una furgoneta cargada con 500 kilos de explosivo, una acción que fue escuchada a kilómetros de distancia y dejó un cráter de más de cinco metros.

El suministro eléctrico quedó suspendido en la barriada a raíz del atentado, una bomba de tal potencia que se escuchó en varios kilómetros a la redonda. El atentado ya ha recibido la condena tanto del primer ministro paquistaní, Yusuf Razá Guilani, como del presidente, Asif Alí Zardari.

Serie de atentados

El ataque contra el hotel es el último de una serie de atentados registrados en Peshawar, que han afectado ya a unos cines, un internet-café, un mercado y a las propias fuerzas de seguridad. El Ejército de Pakistán inició en abril una ofensiva a gran escala contra los talibanes en varias áreas del norte del país, en la que han muerto más de 1.300 integristas.

El cabecilla de los talibanes paquistaníes, Baitulá Mehsud, y otros líderes insurgentes han amenazado con responder a esas acciones militares con atentados en las grandes ciudades del país.