Un Inspector de Gürtel apunta que el exministro Fernández Díaz quiso apartarle del caso

El inspector jefe de la Policía Nacional y responsable de la investigación sobre la trama de corrupción Gürtel en el PP, Manuel Morocho, comparece en la comisión del Congreso de los Diputados que investiga la operación de espionaje Kitchen, este jueves en Madrid.
El inspector jefe de la Policía Nacional y responsable de la investigación sobre la trama de corrupción Gürtel en el PP, Manuel Morocho, comparece en la comisión del Congreso de los Diputados que investiga la operación de espionaje Kitchen, este jueves en Madrid.
EFE/ Juan Carlos Hidalgo POOL
El inspector jefe de la Policía Nacional y responsable de la investigación sobre la trama de corrupción Gürtel en el PP, Manuel Morocho, comparece en la comisión del Congreso de los Diputados que investiga la operación de espionaje Kitchen, este jueves en Madrid.

El inspector Manuel Morocho ha relatado ante el juez las presiones que sufrió en la investigación de Gürtel, de la que le intentaron apartar, y ha relatado que en 2013 el comisario José Luis Olivera le ofreció un puesto en Lisboa durante un encuentro en el que dijo recibir una llamada del exministro del Interior Jorge Fernández Díaz.

"Hola ministro. Sí, estoy con él", dijo en ese momento Olivera, exjefe de la UDEF, según la versión que ha aportado este martes el inspector jefe Morocho en su declaración como testigo ante el juez que investiga la operación Kitchen, urdida presuntamente en julio de 2013 desde el Ministerio del Interior para seguir a la familia del extesorero del PP Luis Bárcenas en busca de documentos sensibles para el partido.

Fuentes jurídicas han informado que Morocho ha situado aquel encuentro un mes antes del supuesto estallido de la operación, en junio de 2013, en una cafetería en la que Olivera le ofreció un puesto mejor remunerado en Lisboa. En un momento dado, dijo recibir una llamada del exministro Fernández Díaz, uno de los imputados en la causa.

Morocho ha apuntado a que aquello podría entrar dentro de un "teatrillo" con el objetivo de sacarle de la investigación, según las fuentes consultados.

Por su parte, fuentes cercanas al exministro han negado que hiciese esa llamada y han recalcado que tenía una relación "meramente profesional y escasísima" con Olivera.

Morocho, que también denunció maniobras para apartarle de la investigación hace semanas en el Congreso, ha explicado al juez que en aquel momento rechazó ese y otros destinos, como un puesto en la ONU o alguna otra embajada, porque entendía que tenía un mandato con la investigación que estaba llevando a cabo.

Precisamente, las agendas incautadas al excomisario José Manuel Villarejo guardan anotaciones en aquellas fechas con referencias a "MOROCHO-LISBOA", junto al apunte "CHISCO" (presuntamente el ex secretario de Estado de Seguridad Francisco Martínez, también imputado).

En ese momento estaba en curso la investigación del caso Gürtel y acababan de salir a la luz los conocidos como "papeles de Bárcenas", dos asuntos en los que Morocho lideró la investigación. Entre las presiones relatadas ante el juez, ha indicado que incluso se le instó a modificar informes y a que no incluyera la relación de los supuestos receptores de dinero negro del PP en uno de ellos, según las fuentes.

Ha señalado que Olivera, que también dirigió el Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado (CITCO), le pidió que le enviase los informes para los pudiera valorar previamente a enviarse al juzgado, algo a lo que Morocho se negó.

Otro de los apuntes de Villarejo por los que el juez citó al inspector como testigo es una entrada con la mención "COSPE" seguida de "Este MORCOC nos necesita a Losa y a mi. MOROCHO-LISBOA".

Ese "COSPE" haría referencia a la ex secretaria general del PP María Dolores de Cospedal, recientemente imputada en la causa, como también su marido, Ignacio López del Hierro, a quien también ha mencionado Morocho.

Según las fuentes, ha explicado que las presiones, que comenzaron antes de 2011, también se produjeron a raíz de que incluyese a López del Hierro en uno de sus informes, porque éste era "amigo de Villarejo". En los papeles de Bárcenas aparecen referencias a "López H" o "López Hierro" en relación a dos donaciones al PP de más de 100.000 euros efectuadas en 1997 y 1998, si bien el empresario ha negado que esos términos se refieran a él.

Morocho ha señalado asimismo que sintió que no podía fiarse de algunos policías y que cada vez que iba a la Audiencia Nacional se acababa enterando el director adjunto operativo, Eugenio Pino -también imputado en la causa-, quien en 2015 le adscribió a su unidad donde, según el inspector, se le sobrecargó de trabajo, como la investigación del llamado caso Campeón, mientras seguía con sus pesquisas sobre la supuesta caja b del PP.

Precisamente, en agosto de ese año, es cuando ha dicho que tuvo conocimiento de seguimientos a Bárcenas "extraprocesales" y que empezó a tirar del hilo pero no consiguió averiguar nada.

También ha relatado que intentaron acusarle de hacer filtraciones de Gürtel estando bajo secreto, y ha considerado que lo utilizaron como para vía o palanca para quitarle de en medio por la vía disciplinaria.

Ha asegurado incluso que el excomisario Enrique García Castaño, también imputado en esta causa, cuando se lo encontró un día en las inmediaciones de la comisaría de Policía de la calle Rafael Calvo en Madrid, le llegó a decir: "¿tú qué haces aquí, tendrías que estar muerto?".

La declaración prosigue el próximo viernes a las 9.30 horas con la continuación del interrogatorio del fiscal y del resto de las partes.

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