Al menos 18 personas, entre ellas 16 sicarios y dos militares, murieron tras un tiroteo de unas cinco horas entre sicarios y el Ejército en el puerto de Acapulco, en el Pacífico mexicano, anunció el Secretariado de Defensa Nacional.

En el enfrentamiento murieron 16 sicarios, el capitán del Ejército Germán Parra y el soldado Juan Loeza, informó la Secretaría de Defensa, en un comunicado. Además, hay cinco pistoleros detenidos y nueve militares heridos. También fueron incautadas 36 armas largas, 13 cortas, 2 lanzagranadas, 13 granadas de fragmentación, 3.525 cartuchos de diversos calibres, 180 cargadores y 8 vehículos.

El enfrentamiento, en el que se usaron fusiles automáticos y granadas de fragmentación, comenzó cuando el Ejercito se disponía a verificar una denuncia anónima que alertó sobre la presencia de hombres armados en la zona hotelera de Acapulco.

Los soldados dieron el alto a una camioneta en la que viajaban hombres armados que respondieron con ráfagas de fusiles automáticos y comenzó una persecución por la zona céntrica de Acapulco, uno de los principales destinos turísticos del país, donde el crimen organizado se ha hecho fuerte en los últimos años.

Los militares registraron varias casas en busca del escondite de los sicarios, que según medios locales pertenecen al cártel de los hermanos Beltrán Leyva. El puerto de Acapulco amaneció hoy fuertemente vigilado por efectivos del Ejército y agentes de las policías federal, estatal y municipal.

Desde enero pasado se han registrado en México 2.706 asesinatos relacionados con los carteles de drogas, según datos extraoficiales citados por el diario El Universal. Para hacer frente a la ola de criminalidad, que el año pasado causó cerca de 6.000 muertos, el presidente Felipe Calderón ordenó la presencia de miles de soldados y agentes federales en las zonas más conflictivas del país.