El pasado miércoles 3 de junio, la Policía de Nueva York encontró en el interior de una furgoneta, el cadáver de un hombre en avanzado estado de descomposición. El descubrimiento se produjo cuando las autoridades se disponían a remolcar la furgoneta, que llevaba mal estacionada cerca de un mes, y a la que la policía había multado en repetidas ocasiones.

El cuerpo, según informaciones de cbs13.com, estaba tendido en el asiento trasero. Una vez identificado, se ha confirmado que se trataba de George Morales, de 58 años de edad, que se encontraba desaparecido. Su familia quiere saber cómo es posible que la policía no se hubiera dado cuenta antes , ya que en el coche se habían dejado numerosas multas, y sin embargo, ningún agente había visto el cuerpo.

La hija de la víctima, Jennifer Morales, no quiere que la gente recuerde a su padre como "el cadáver en descomposición encontrado en una furgoneta". Su padre llevaba muerto cerca de un mes, sin que ninguno de los agentes que habían multado el vehículo, se hubiera percatado de lo que había en el interior.

Jennifer ha dicho que su padre sufría diabetes y problemas cardíacos, y que habría parado allí la furgoneta al haberse encontrado mal mientras conducía, quizás con la idea de echarse un rato.

Una de las ventanillas estaba rajada, y el olor procedente del interior era muy fuerte. Sin embargo, ningún agente se dio cuenta de ello hasta el pasado miércoles, un mes después de la desaparición, cuando se había emitido la orden de remolcar el vehículo.

Jennifer Morales ha dicho que este suceso tendría que servirles de lección a todos los agentes de tráfico y demás oficiales de policía: "No multéis, sin ver qué hay en el interior del vehículo", concluía.