Con el avance del proceso de vacunación, cada día se van viendo nuevos signos de la cercanía de la ansiada vieja normalidad. Este miércoles se pudo ver uno de esos gestos en Supervivientes, donde se reincorporó el público tras cerca de un año.

Esto trascendió hasta Honduras, donde todos los concursantes mostraron su emoción al escuchar los aplausos y gritos del público, aunque se trató, por precaución, de un número reducido de asistentes. "Lo que importa es la calidad, no la cantidad", bromeó Jorge Javier Vázquez.

Fue precisamente durante la edición anterior de Supervivientes cuando dejaron de asistir personas como público, algo que sumía las galas en un ambiente más solemne y tranquilo de lo habitual. Sin embargo, esto parece haber terminado, lo que puede desembocar también en que los propios concursantes perciban con mayor facilidad quiénes son los más y los menos apoyados desde España.

Desde Honduras, la copresentadora Lara Álvarez aseguró que se notaba por la energía que se transmitía: "Ah, ¿pero que ha vuelto el público a plató? ¡Ha vuelto a plató!", explicó justo después de percatarse de lo que ocurría

"Ya no nos acordábamos de lo que era esto, creo que nos hemos sorprendido todos", reflexionó Jorge Javier Vázquez. Los concursantes, que algunos llegaron a llorar por la emoción, gritaban: "Hola, España, ¡bravo!", una alegría que fue correspondida debidamente desde plató por parte de un público que también parecía harto del silencio. 

La audiencia se hizo notar, después, en los momentos más notables de la gala, como la despedida definitiva de Carlos Alba o el emotivo reencuentro de Nela, la madre de Melyssa, con ella y con Tom Brusse, protagonizando un abrazo que nadie esperaba. La incorporación del público también trajo momentos divertidos, como cuando Lola se preguntó si implicaba eso que se había acabado la pandemia.