Una carretilla nueva, un lavavajillas...: así cambió la vida a los habitantes de un remoto pueblo que ganaron la lotería

Captura del documental sobre el pequeño pueblo de Escocia donde 100 vecinos ganaron la lotería
Captura del documental sobre el pequeño pueblo de Escocia donde 100 vecinos ganaron la lotería
Firecrest Films
Captura del documental sobre el pequeño pueblo de Escocia donde 100 vecinos ganaron la lotería

North Uist es un pequeño pueblo de las islas Hébridas, al norte de Escocia. Está tan cerca de Islandia como de Londres, y sus lugareños están acostumbrados a un estilo de vida relajado y rural. Pero en enero de 2020, la vida de 101 de sus habitantes cambió para siempre: les tocó la lotería.

Ahora, la cadena de televisión Channel Four estrena este sábado un documental sobre cómo ha cambiado la vida a los 101 afortunados de North Uist, que se embolsaron 3 millones de libras, unos 3,5 millones de euros, en el sorteo de la lotería del código postal, que funciona por suscripción. 

Los boletos de los jugadores se basan en su código postal de juego, que suele ser el código postal de su casa. Un código postal dado en Gran Bretaña generalmente representará un grupo de casas. Si más de un residente tiene boletos en un código postal ganador, todos los vecinos que juegan cobran premios.

El documental refleja que la modestia de los habitantes del pueblo queda más o menos incólume y que no han derrochado el dinero en caprichos. Por ejemplo, Duncan Campbell, un cortador de turba de 83 años, ganó 21.000 libras (24.000 euros) y se 'regaló' una nueva carretilla de plástico.

Duncan fue a la ferretería y con 173 euros compró la carretilla, una papelera con pedal y una sartén antiadherente porque la vieja tenía un abollado en el medio. Semanas más tarde, con la ayuda de un amigo experto en la web, pidió una silla reclinable de algo más de 400 euros "que gira, se balancea, es buena para una siesta y tiene dos posavasos".

La mayoría de los ganadores se embolsó 21.000 libras, que es más que el salario anual de la mayoría de los isleños. Otros, que coincidieron con el código postal ganador exacto, obtuvieron mucho más.

Por ejemplo, Pamela Macaskill, de 44 años, que hasta hace poco tenía tres trabajos (en una oficina de correos, una casa de vacaciones y una galería de arte) obtuvo 193.055 libras esterlinas (225.000 euros) y se convirtió en la mayor ganadora conjunta de la isla.

Ella y su esposo Angus, albañil y granjero, consideran darse un capricho a sí mismos y a sus dos hijas adolescentes con unas vacaciones, pero ¿dónde? "Inverness" (en Escocia, a unos 270 km), dice Angus.

"No somos materialistas", dice Pamela. "Si nunca ha tenido mucho dinero, hay una gran renuencia, por mi parte, a gastarlo". Descarta totalmente dejar el pueblo: "Todo el mundo conoce a todo el mundo y si pasa algo realmente bueno o muy malo, la gente celebrará contigo o te ayudará. Honestamente, es fenomenal".

"En las islas, hay cosas más prácticas que hacer con el dinero en lugar de gastarlo en coches o vacaciones. Lo gastas en algo que necesitas"

El único capricho de la pareja es un BMW: "Es todo botones y pantallas táctiles y esas cosas. Pero voy a ser honesta, no se nota absolutamente diferente a conducir mi viejo Vauxhall".

El pescador de langosta Donald MacDonald ha pasado 37 años luchando contra los agitados mares de la zona. Ahora tiene claro en qué gastar sus 64.000 libras (75.000 euros): "En las islas, hay cosas más prácticas que hacer con el dinero en lugar de gastarlo en coches o vacaciones. Lo gastas en algo que necesitas".

El piscicultor Attar Johnson dio la mayor parte de sus 42.850 libras (50.000 euros) a su hija Eilidh, de 24 años, que es maestra y vive en Glasgow. "Es la primera en la familia Johnson en obtener un título y estamos muy orgullosos de eso. Pero no hay muchos trabajos en la isla para graduados. Muchos de ellos quieren ver la vida en la ciudad, pero tras llenarse de ella quieren volver a casa. Vivimos con la esperanza de que Eilidh quiera hacer lo mismo".

La maestra jubilada Annie MacDonald, que ganó 21.000 libras esterlinas (24.000 euros), ha comprado lo que ha estado anhelando durante 14 años: una nueva red de ganado para evitar que las ovejas errantes se coman las plantas de su jardín.

Más joven es Peter Johnson, de 24 años, que rompió la tendencia de los vecinos y se volvió un poco loco con Amazon tras embolsarse 24.000 euros.

“Compré un lavavajillas porque no soy fan de fregar. Y un calentador eléctrico. “Luego compré una máquina para hacer pan porque espero poder hacer sándwiches realmente buenos. Y me encantan las tostadas", concluye.

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