Pillado mientras se masturba frente a una escultura hiperrealista en Murcia

  • La pieza, obra del artista Marc Sijan, está expuesta en el escaparate de una céntrica galería de arte murciana.
Montaje de fotos que muestra la galería Two Art de Murcia, y en el recuadro, la escultura del escaparate.
Montaje de fotos que muestra la galería Two Art de Murcia, y en el recuadro, la escultura del escaparate.
TWO ART / GOOGLE STREET VIEW
Montaje de fotos que muestra la galería Two Art de Murcia, y en el recuadro, la escultura del escaparate.

El mito griego de Pigmalión recoge la historia del rey del mismo nombre que, tras no encontrar a la mujer perfecta, decide esculpir una, y la llama Galatea. El rey acaba enamorándose de estatua y la diosa Afrodita le concede el deseo de hacerla real. Una versión menos romántica y más urbana de este mito se ha dado esta semana en Murcia.

Los responsables de la galería de arte moderno Art Two, situado en la céntrica calle Acisclo Díaz, en Murcia, pillaron a un hombre masturbándose frente al escaparate del local, en el cual había una escultura hiperrealista del artista estadounidense de origen serbio Marc Sijan.

Tal y como recoge el diario La Opinión, esta persona había acudido varias a veces a la entrada de la galería para observar detenidamente la escultura, de nombre Kneeling, que muestra a una mujer arrodillada en pose sensual, cubierta por un vestido negro. La obra pertenece a la colección American People, que se expone en Two Art.

Vista frontal de la escultura que despertó la pasión del viandante murciano.
Vista frontal de la escultura que despertó la pasión del viandante murciano.
TWO ART GALLERY

Este viernes, el admirador de la escultura dio un paso más allá: tal y como captaron las cámaras de seguridad de la galería, se aprecia cómo el hombre se introducía la mano en el pantalón y se masturbaba, cubriéndose parcialmente con una chaqueta que llevaba anudada a la cintura.

Según el diario La Verdad, el hombre estuvo una media hora masturbándose, aunque paraba cuando alguien pasaba por su lado. En sus anteriores visitas al escaparate, era capaz de pasar horas frente a la escultura.

El fenómeno de Kneeling no es exclusivo del onanista captado por la cámara: "Nos ha pasado de todo con la escultura: gente que la saluda, que le habla o que le hace gestos para intentar que se mueva. Incluso en alguna ocasión nos hemos encontrado marcas de pintalabios en forma de beso en el cristal del escaparate frente a la mujer", declaró a La Verdad Eva Hernández, directora de la galería.

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