Cuatro grandes ciudades de la región se blindan contra el grafiti

  • Madrid, San Sebastián de los Reyes, Tres Cantos y Coslada han endurecido las sanciones para los que pinten en las paredes.
  • En la capital las multas han aumentado de 90 a 6.000 euros.
  • CONSULTA AQUÍ MÁS NOTICIAS DE MADRID.

Arte, vandalismo, cultura urbana, "falsa expresión artística" (Gallardón dixit)... Las formas de referirse a los grafitis son muchas, y todas ellas tienden, invariablemente, a generalizar. Pero desde hace unos meses sólo triunfan las negativas, al menos entre los ayuntamientos de la región.

No se puede decir no al grafiti y luego cederles espacio para pintar. Hay que ser claros

Desde hace un año, cuatro grandes ciudades de la comunidad (Madrid, San Sebastián de los Reyes, Tres Cantos y Coslada) se han blindado contra el grafiti aumentando las sanciones por pintar en los muros de sus edificios con hasta 6.000 euros de multa. Una política que resalta únicamente el aspecto más sucio de un movimiento que va desde las pintadas sin ninguna finalidad artística hasta los grandes murales y tags que luego triunfan en las exposiciones y museos.

Seis millones de euros

El caso más paradigmático es el del Consistorio de la capital, que, motivado por el enorme gasto que supone limpiar las pintadas (seis millones de euros sólo en 2008), decidió el pasado febrero aprobar una nueva ordenanza por la que los grafiteros se expondrán a multas que oscilarán entre los 300 y los 6.000 euros. Con el anterior régimen las sanciones habituales eran de 90 euros. Para el infractor será posible escabullirse con tareas de limpieza, pero sólo ocasionalmente. Además, tampoco se cederán paredes para practicar: "No se puede decir no al grafiti y luego cederles espacio para pintar. Hay que ser claros", afirma Ana Botella, edil de Medio Ambiente.

Algo parecido ocurrió hace un año en San Sebastián de los Reyes, cuando el Gobierno local (PP) aumentó las sanciones hasta los 3.000 euros (aunque hay posibilidades de rebajar el importe de la sanción asistiendo a charlas y cursos). En Coslada están elaborando una ordenanza parecida, aún en proyecto, que también planea elevar las multas.

En Tres Cantos llevan desde hace semanas ejecutando el Plan de Vigilancia Especial contra los grafiteros que, de momento, ya ha dado sus primeros frutos: hace unos meses, dos jóvenes de 14 y 18 años fueron sorprendidos realizando pintadas. Ambos deberán asumir el coste de la limpieza y pagar una multa de 1.800 euros.

Esta concepción de mano dura contra el grafiti contrasta con la de otros gobiernos locales, como el de Leganés. Aquí, a los que sorprenden con un aerosol en la mano les mandan a realizar cursos obligatorios de dibujo en el museo del grafiti de la ciudad. Si no, tendrán que pagar multa o realizar trabajos sociales.

Es difícil saber cuál de las dos políticas resulta más efectiva para mantener limpias las calles, aunque, según algunos veteranos grafiteros consultados, a mayor multa lo único que se consigue es que se pinte más rápido, pero no menos.

Artistas en la calle... y en el museo

"España es hoy en día el país más interesante en arte urbano". Las palabras son de un comisario de la Tate Modern Gallery de Londres, que pronunció durante la presentación del proyecto lam en Nueva York. Una muestra de grafitis que inauguraron, precisamente, artistas españoles. Madrid también puede presumir de grandes figuras, como Suso 33, cuyos dibujos han decorado óperas, teatros y sedes del Instituto Cervantes; o SpY, el llamado Bansky español, y que, al igual que el grafitero británico, también oculta su identidad y utiliza los elementos urbanos de la ciudad para su provecho, ya sea un toro de Osborne bañado en pintura roja o el cartel publicitario de una multinacional.

La cueva de la cultura urbana madrileña

En plena glaciación, en alguna caverna recóndita, a un homínido cualquiera se le ocurrió un buen día pintar un bisonte en la pared. Algunos expertos dicen que con ese gesto el homínido se hizo hombre, ya que fue la primera manifestación artística del ser humano. Para otros también fue el primer grafiti.

Representa a un ejecutivo orando a su dios, el dinero, para que vuelva a bajar a la tierra. Por eso se llama Venga a nosotros tu reino

Varios miles de años después, en un puente indeterminado del norte de Madrid (no vamos a decir cuál, no vaya a ser que lo echen abajo), el gesto se repite. Un par de grafiteros, Murphy y Asier, del grupo Desviados, pintan un enorme mural de cinco metros de alto contra la crisis: "Representa a un ejecutivo orando a su dios, el dinero, para que vuelva a bajar a la tierra. Por eso se llama Venga a nosotros tu reino", nos explica Asier.

"Por tocar las narices"

El hombre primitivo pintaba por motivos religiosos y para dejar su huella impresa a la posteridad. Este par de grafiteros tienen otras motivaciones: "Lo hacemos por practicar, ya que la Administración no nos cede espacios, y también para tocar las narices. Pero sólo a los políticos, no a los vecinos, así que pintamos en este sitio abandonado", afirma Murphy.

Este puente es la cueva la cultura del spray de Madrid. En ella se citan para grafitear los artistas urbanos más importantes de España. El día que nos invitaron nos llamó la atención un mural sobre la serie Perdidos: "Tardamos mucho en terminarlo, pero éste, el de la crisis, nos llevó cuatro días, con jornadas de cinco horas y unos 200 euros de gasto" nos dicen, mientras le dan los últimos retoques (brillos, contrastes... la "magia", dicen ellos). Eso sin contar con el trabajo previo: proponer ideas, escoger colores, tomar modelos, bocetos...

No sabemos si a ese homínido sus congéneres le acabaron echando la bronca por ensuciar su cueva. A Desviados podrían caerles 6.000 euros de multa por grafitear en un puente abandonado.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento