Este lunes, Telecinco emitió Supervivientes: Conexión Honduras, la gala presentada por Jordi González. El programa supuso la despedida definitiva de Valeria Marini, quien estaba desde el jueves en Playa Destierro junto a Lola Mencía y Palito Dominguín, dos concursantes que poco a poco se han ido convirtiendo en dos pesos pesados del formato.

Sin embargo, la incursión de la italiana en su rutina les ha sacado de quicio en alguna ocasión debido a sus despistes, como cuando Marini profanó la zona que Palito le dedica a su madre, Lucía Dominguín, con una piedra que la progenitora le mandó a través de su novio Harry bajo la premisa de hacer un sencillo ritual.

La artista ya anticipó en la gala anterior que, tanto si se quedaba como si se iba del concurso, sería feliz, y dio fe de ello con su reacción al saberse definitivamente fuera del formato: "Estoy feliz por ellas, acordaos de mí cuando comáis esta recompensa, baci stellari (besos de estrellas en italiano). Gracias a todos, estoy superfeliz, de verdad. Ha sido una experiencia magnífica, y cuando llegue a plató te voy a conocer a ti, Jordi".

Por su parte, Lola dijo que consideraba que Marini era una buena persona, pero que tenía el problema de que no sabía escuchar. Después, tanto ellas dos como Palito hicieron un baile de despedida y, a continuación, la artista se marchó. Se convirtió así en la quinta expulsada definitiva, después de Antonio Canales, Marta López, Alexia Rivas y Agustín Bravo, quienes ya se encuentran en España y acuden a las galas con la función de comentaristas.