Salamanca, la ciudad, tiene nombre y sitio. Por algo su Ciudad Vieja es Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Su gran símbolo es la universidad, que se remonta al siglo XIII. Y, claro, su Plaza Mayor, las catedrales (sí, tiene dos), sus calles y sus plazas.
Pero en la provincia de Salamanca, en el rincón suroeste de Castilla y León, haciendo frontera con Portugal, hay más. En su territorio se encuentran desde valles y bosques hasta llanuras, arroyos y ríos. A su vez, destacan los Parques Naturales de los Arribes del Duero y el de las Batuecas y Sierra de Francia.
En Salamanca se puede disfrutar también del patrimonio histórico -artístico de localidades como Ciudad Rodrigo, Peñaranda de Bracamonte o La Alberca. La provincia forma parte de importantes recorridos turísticos, como la Vía de la Plata, el Camino de La Lengua Castellana y la Ruta de Carlos V.
Ciudad Rodrigo
Debe su nombre al Conde Rodrigo González Girón, que en el año 1100 la repobló. Lo que primero vemos es su completa muralla. Cuanto hay en su interior, sus riquezas de los siglos XV y XVI, hace que Ciudad Rodrigo sea Bien de Interés Cultural y Monumento Histórico Artístico. Sus muros encierran ricos edificios civiles y religiosos, destacando su Catedral y Castillo. En su Plaza Mayor resaltan casas señoriales como la del Marqués de Cerralbo, o Casa de los Cueto. Destaca también la Capilla del Marqués de Cerralbo.
La Alberca
Fue la primera población rural de España declarada Monumento Histórico Nacional. Un recorrido por su centro histórico deja al descubierto el sabor tradicional de sus casas y calles, construidas hace siglos. La plaza Mayor, de planta cuadrada y rodeada de soportales con columnas, continúa siendo el centro de la vida social de la localidad.
Monleón
Estuvo amurallada desde su repoblación a finales del siglo XII. Se trata de un pueblo de menos de un centenar de habitantes, pero tiene castillo; un espléndido castillo del siglo XV. Lo más sobresaliente es su torre del homenaje. Restaurada por sus propietarios, posee cinco pisos, de ellos dos con forjado de madera.
Béjar
El casco antiguo y los edificios históricos de Béjar son sólo parte de su atractivo. Entre sus monumentos sobresalen el Palacio Ducal, también del siglo XVI, las murallas árabes del siglo XI y El Bosque, un complejo renacentista del siglo XVI cuyo jardín está declarado Bien de Interés Cultural. Una ruta curiosa es la que transcurre por el río: Béjar tiene una gran tradición textil y con un tranquilo paseo, y a través de los paneles informativos del recorrido, se puede conocer esta parte de su historia. Para los que prefieren la naturaleza, la Sierra de Francia está a sólo 30 kilómetros. Y en temporada de esquí, La Covatilla (en la foto).
Peñaranda de Bracamonte
Su casco antiguo está declarado Bien de Interés Cultural. Destaca por sus tres plazas porticadas, genuinamente castellanas y enlazadas entre sí. La plaza de Agustín Martínez Soler es la que conserva un aspecto más rural. En el siglo XVI surge la de la Constitución, donde está el Ayuntamiento. Por último, la plaza de España, donde se sitúan el edificio de la antigua cárcel y el templete de música. Mejor visitar Peñaranda los jueves, cuando celebra su mercado semanal, que se remonta a un privilegio real concedido en el siglo XIV.
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