La reforestación es el mejor de los remedios para luchar, contra el efecto destructivo que todo incendio provoca en el monte. El Plan Forestal Andaluz busca rehabilitar terrenos devastados o en mal estado por el efecto de las llamas mediante la replantación de especies arbóreas autóctonas de la zona.

En el caso de Córdoba, dicho programa ha permitido la repoblación de 4,6 millones de metros cuadrados (462,4 hectáreas), donde se han vuelto a plantar pinos, alcornoques, encinas o quejigos, según informan fuentes de la Junta.

Este programa de reforestación pretende en líneas generales conseguir que los ecosistemas y su entorno logren un estado con unas condiciones similares a las anteriores al fenómeno adverso.

Estas actuaciones se han efectuado en la zona de Alta Reina, que sufrió un incendio en julio de 2000. Allí se ha realizado un tratamiento previo de la vegetación existente y una posterior plantación de especies arbóreas y de arbustos para frenar los procesos erosivos y restaurar la superficie.

Además, en la finca Las Monteras se ha sustituido la masa de pinos debido al mal estado que presentaban. Este cambio será gradual, evitando grandes impactos paisajísticos y erosivos. En él se han utilizado las especies nombradas anteriormente, además de matorral noble para enriquecer la biodiversidad, según detalla la Delegación Provincial de Medio Ambiente .

Otras zonas beneficiadas del Plan Forestal Andaluz son Fuente La Zarza, enclave en el que se ha incrementado la densidad de ejemplares de encina por la presión a la que fueron sometidas por su utilización para fines agrícolas.

Las riberas de los ríos y arroyos también han sido grandes beneficiadas del plan forestal, ya que en estas zonas se han efectuado trabajos de restauración de la cubierta vegetal de forma intensiva para reducir los procesos erosivos.

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