Después de meses de restricciones y cierres, "la evolución favorable de la pandemia nos permite comenzar a pensar ya en un futuro lleno de actividad y donde nuestras calles van a volver a ofrecer lo mejor de la gastronomía de La Rioja, el mayor escaparate de vinos del mundo y esa alegría y cercanía tan características de nuestra tierra", afirman en una nota de prensa.

Para arrancar esta nueva etapa "hemos querido destacar el espíritu de nuestra zona instalando nuevas placas identificativas en nuestros locales con la imagen del corazón más famoso entre los riojanos y visitantes, el de La Laurel. Porque, si hay una lección que hemos aprendido este año, es que unidos somos capaces deconseguir más de lo que nunca podríamos haber imaginado".

En nuestra diversidad está gran parte de la riqueza de nuestra zona: nuestras propuestas gastronómicas van desde los bares más tradicionales con pinchos que llevan en La Laurel décadas hasta nuevos espacios representantes de la vanguardia culinaria.

Quienes nos visitan pueden disfrutar de pie de un tapeo informal, pero también sentarse a disfrutar en algunos de los mejores restaurantes de La Rioja, referentes de la mejor gastronomía nacional y regional, como atestiguan las numerosas distinciones que les hanotorgado.

Sin embargo, este año nos ha servido para darnos cuenta de que, pese a las diferencias, "es más lo que nos une: somos parte de la historia de Logroño, de una Laurel que encierra siglos de historia, que es un lugar de encuentro para visitantes, pero sobre todo, somos la casa de todos los riojanos, un lugar que está lleno de recuerdos y al que volver siempre que, simplemente, nos apetece disfrutar".

Por eso, los hosteleros de La Laurel "emprendemos este nuevo tiempo más unidos que nunca, y decididos a seguir ofreciendo a todos los riojanos y a quienes nos visitan una propuesta gastronómica y de ocio seguro que ya es parte de nuestra cultura".