El objetivo ha sido transmitir a la sociedad "la cruz que en forma de hambre cargan tantos millones de personas en el mundo", así como alertar de las consecuencias que la pandemia de coronavirus está teniendo entre las personas más vulnerables del planeta.

Según ha explicado la Delegación de Medios de Comunicación Social de la Diócesis de Tarazona en la web Iglesia en Aragón, 1.300 millones de personas sufrían pobreza multidimensional a principios de 2020, de los cuales, el 84,5 por ciento vivían en Asia del sur y África subsahariana y este año esa cifra podrían aumentar en 500 millones a causa de la pandemia.

Desde la Diócesis de Tarazona han sostenido que la solidaridad entre los seres humanos es la única forma de combatir la pandemia de la desigualdad, agravada por la crisis sanitaria mundial, "y visibilizar esta realidad a los pies de las cruces de nuestras respectivas localidades es recordar a cada uno de nuestros hermanos más vulnerables".

En Jaca, un grupo de voluntarios de la delegación de Manos Unidas ha subido a la cruz de la Peña de Oroel, y en Huesca, otro grupo de voluntarios ha ascendieron hasta la cruz de la Peña de Gratal. Por su parte, miembros de la delegación de Tarazona se han acercado hasta el Cristo del convento de las Capuchinas.