Un mosso con imán contra los atracos

  • Enrique Ortuño evitó un asalto en Getafe.
  • Estaba fuera de servicio y de compras con su esposa.
  • Se enfrentó a cuatro asaltantes.
  • Ha frustrado robos hasta en Nueva York.
  • CONSULTA MÁS NOTICIAS DE MADRID.
Enrique Ortuño, en la comisaría de L'Hospitalet.
Enrique Ortuño, en la comisaría de L'Hospitalet.
MOSSOS D'ESQUADRA
Enrique Ortuño, en la comisaría de L'Hospitalet.

El tópico dice que la Policía nunca está donde se la necesita. Pero el caso de Enrique Ortuño desmiente por completo esta teoría. Este agente de los Mossos d'Esquadra (Policía Autonómica de Cataluña) se ha convertido en la peor pesadilla para los atracadores.

"Tengo un imán para encontrarme por casualidad con robos mientras estoy fuera del trabajo", cuenta Enrique, de 39 años, "madrileño de nacimiento y barcelonés de adopción".

Sus actuaciones, incluso, traspasan las fronteras catalanas. Su última hazaña tuvo lugar en Madrid este martes, cuando abortó un asalto a un furgón de Prosegur que estaba aparcado en el centro comercial Nassica, en Getafe.

Podía haber sido el segundo asalto a un centro de ocio en dos días, tras el tiroteo que acabó con dos heridos el lunes en Islazul (Carabanchel), pero él solo, con sangre fría, logró frustrar el intento.

De compras en Getafe

Enrique pasó el fin de semana en Valdemoro para asistir a la boda de su hermano. Cuando ya se marchaba a L'Hospitalet de Llobregat para reincorporarse al trabajo, su mujer le pidió parar en el centro comercial para hacer unas compras.

"Al aparcar vi llegar un Volvo con cuatro personas y pararon junto a la furgoneta de Prosegur. Me parecieron muy extraños y me quedé escamado", recuerda. Sus sospechas se confirmaron cuando sacaron una palanca de hierro para forzar la puerta.

"Tenían las de perder"

"No me lo pensé y les grité: ‘¡Alto, Policía!'". Uno de ellos, tras recuperarse de la sorpresa, hizo el amago de sacarse la pistola, Enrique sacó la suya y le encañonó a dos metros, pero a su vez, otro atracador le apuntó a él.

Después de un minuto con las armas cruzadas, "los asaltantes se dieron cuenta de que tenían las de perder y huyeron; respiré aliviado por haber evitado un tiroteo, añade el mosso.

Tengo que intervenir, no lo puedo evitar. Te da un subidón de adrenalina y pones todos los sentidos
Él ya es un experto en estas situaciones. "Ya me he encontrado por sorpresa con
varios atracos en joyerías y restaurantes en mi tiempo libre", asegura.

Además, no es la primera vez que se convierte en protagonista de los periódicos: "En mi anterior etapa como guardia civil, mi hermano y yo retuvimos a un ladrón armado en Nueva York".

En esos momentos actúa por instinto, sin tener en cuenta los riesgos. "Tengo que intervenir, no lo puedo evitar. Te da un subidón de adrenalina y pones todos los sentidos. No puedes despistarte ni un segundo. Eso sí, cuando todo se acaba, te pones a temblar de miedo, como todo ser humano", reconoce.

"Impedir delitos está en mi sangre"

Para Enrique, lo más satisfactorio de su actuación no son los halagos de la Policía Nacional ni los agradecimientos de los clientes del centro comercial, ni siquiera la mención de honor que le dará el Ayuntamiento de Getafe.

"Lo importante es que sirva para limpiar la imagen de los Mossos después de las acusaciones por agredir a detenidos", confía el agente. "No espero premios, sólo hice mi trabajo como policía y mi obligación como ciudadano: impedir un delito. Además, eso lo llevo en la sangre, casi toda mi familia se dedica a esto".

Mostrar comentarios

Códigos Descuento