Numerosas instituciones tenían su contenido en papel y a raíz de la pandemia han necesitado digitalizarlo para poder trabajar de forma remota con los empleados, alumnos, clientes, etcétera.

La transformación digital de manuales en contenidos educativos interactivos multimedia, el desarrollo de contenidos y actividades gamificadas, la creación de píldoras formativas para 'microlearning', la producción de recursos audiovisuales para potenciar el uso de vídeos y podcast didácticos, o la elaboración de infografías y mapas conceptuales son los recursos más demandados por las empresas e instituciones.

En el último año, la compañía malagueña Editorial E-Learning ha desarrollado más de 300 proyectos de digitalización y creación de contenidos a medida para universidades, centros de formación profesional, administraciones públicas, firmas multinacionales, Cámaras de Comercio, asociaciones, ONG o escuelas de negocio.

Ese impulso ha traído consigo un fuerte aumento de la plantilla y de la facturación. En el primer aspecto, Editorial E-Learning ha pasado de cuatro personas trabajadoras en el año 2018 en esta línea de negocios a 75 en 2021, lo que supone multiplicar su equipo profesional por 18 en solo tres años, siendo el incremento del 25 por ciento desde el inicio de la pandemia y continúa en expansión.

Los perfiles más demandados son los de técnico audiovisual, guionistas, pedagogos, diseñadores gráficos e ilustradores. Las ventas, por su parte, se han elevado un 40 por ciento en 2020 respecto a 2019.

"Como consecuencia de la pandemia, la formación online ha pasado de ser una opción, a convertirse en una necesidad, rompiendo barreras y poniendo en valor esta metodología de aprendizaje que puede crear experiencias memorables para los alumnos si se hace con calidad", según ha indicado Carlos Mejía, director de Editorial E-Learning. Solo entre enero y mayo el equipo de esta editorial ha realizado más de 1.000 vídeos y 600 infografías.