La población malagueña está concienciada con el cuidado del medio ambiente, pero no contribuye todo lo que puede para evitar su deterioro. A esta conclusión llega el estudio Ahorro y Eficiencia Energética en la provincia de Málaga, presentado este martes por la Diputación, con 700 encuestas en 41 municipios llevadas a cabo en febrero de 2009.

Uno de los datos que más sorprenden es el alto uso del automóvil, que supone la mitad del consumo total por parte de una familia.

En la provincia, el 63% lo utiliza casi todos o todos los días, mientras que la media nacional es inferior (55%). Además, lo cogen más las mujeres, los jóvenes y se utiliza con mayor frecuencia en la Costa, aunque los habitantes del litoral recorren menos distancias.

Los malagueños usan siempre el vehículo particular por motivos de ocio (58%) y también para ir a trabajar (57%). Además, en torno a un 20% de los entrevistados arranca y acelera aunque el final del trayecto se encuentre a menos de tres kilómetros de distancia.

Tampoco dejan a los malagueños como un ejemplo de eficiencia energética sus hábitos en el hogar. Menos de la mitad (48%) confiesa que apaga los aparatos electrónicos al costarse o salir de casa y casi el 40% introduce comida caliente en el frigorífico y no deja libre las ranuras de ventilación de dichos aparatos.

En estos casos, la media nacional también está más comprometida que la malagueña, y es que sólo el 12,5% de los encuestados reconoce que cumple todas las medidas de ahorro, un apartado que en el resto del país casi se duplica (23%).

Pocas bombillas de bajo consumo

A pesar de la promoción del Gobierno en verano del año pasado -se comprometió a regalar una bombilla de bajo consumo para cada hogar-, sólo un 20% de los malagueños basa en estos elementos toda la iluminación de su casa.

Es más, uno de cada diez no tiene ninguna. ¿Y se mira el etiquetado energético de los electrodomésticos antes de comprarlos? Pues no lo que se debería: casi la mitad (43%) no lo tiene en cuenta.