Tras una semana con seis asesinatos por violencia de género en España, los de cinco mujeres y un menor, Victoria Rosell, la delegada del Gobierno para la Violencia considera que los protocolos de violencia de género policiales deberían mejorar el control de los agresores. "Viogen (el sistema de protección policial para la violencia de género) sigue valorando el riesgo en atención a la situación de las  víctimas, y aunque cada vez suma también a las personas allegadas, como a los hijos, una reflexión conjunta es que quizás hay volver la vista más a los agresores", ha señalado en la Cadena Ser.

La delegada ha confirmado la existencia de una conexión entre la acumulación de asesinatos machistas en unos pocos días con el fin del estado de alarma. "Es verdad que al quitar las restricciones, recuperamos toda nuestra normalidad, y el incremento de separaciones o denuncias es objetivamente peligroso para unas víctimas que no encuentran el apoyo necesario", ha asegurado.

Preguntada por qué falla en la protección de las mujeres, en relación con el plan lanzado esta semana por el Ministerio de Igualdad para revisar los protocolos, Rosell ha apuntado que existe margen de mejora. Y ha citado como ejemplo la entrada de las policías municipales en el sistema de Viogen, específico de vigilancia de violencia de género, porque a día de hoy no están conectadas entre sí y las víctimas acostumbran a migrar y cambian de domicilio más a menudo.

Rosell lamenta que todavía en España se pone demasiado el acento en la denuncia policial o judicial y no en la protección social. "La denuncia es una puerta para la salida, es la única que puede penar al agresor, pero no debe ser la única para proteger a la víctima". A su juicio, la denuncia es "una puerta muy estrecha, e incluso cerrada para algunas mujeres, como las inmigrantes", que se han arriesgado en el pasado a la expulsión por ir a ponerla.

La delegada ha considerado que todo el Estado tiene una responsabilidad en la implicación para la prevención y protección, y ha pedido creer a las víctimas. "Que te crean es el paso previo para que acudas a pedir ayuda". Según Rosell: "No se puede llevar una dinámica de recortar, de perseguir a las víctimas, y después llevarse las manos a la cabeza. Las mujeres se tienen que sentir más escuchadas y más acompañadas por el sistema".

La delegada contra la violencia de género ha asegurado que se están cumpliendo la mayoría de las medidas del pacto de estado, y anuncia la puesta en marcha de una estrategia más clara (la vigencia del pacto termina el año que viene), en la que cada institución sepa cuál es su cometido.

Sin minimizar la gravedad de los últimos asesinatos, Rosell ha recordado que el año pasado hubo menos mujeres asesinadas que años previos, 45, y que a mayo de este año se sigue a la par con los registros de años con menos asesinatos. A su juicio lo que se debe hacer es "mirar todo el machismo y fomentar la educación en igualdad a la tantas reticencias pone la derecha y ultraderecha".