Casado señala que no está blindado científicamente mezclar vacunas y completar con Pfizer compromete segundas dosis

La consejera de Sanidad de la Junta de Castilla y León, Verónica Casado, ha advertido este miércoles de que "no está blindado científicamente mezclar vacunas" después de un estudio del Instituto Carlos III concluyera que los vacunados con AstraZéneca fuera del grupo diana -entre 60 y 69 años- recibieran una segunda dosis de Pfizer, al tiempo que ha señalado que esta opción comprometería la segunda dosis de la alemana a grupos vulnerables.

Casado se ha referido a este asunto en una comparecencia ante los medios de comunicación en la que ha analizado la situación epidemiológica de la Comunidad y donde ha evaluado los primeros resultados aportados por el Carlos III.

La consejera ha asegurado que este informe que el Ministerio trasladó a los directores de Salud Pública de las autonomías generó un intenso debate que seguirá este miércoles en el Consejo Interterritorial, donde ha confiado en que se tome una decisión final sobre las segundas dosis de AstraZéneca.

Casado ha insistido en que el estudio se basa en una muestra de 600 personas cuando los efectos adversos se pueden calcular en torno al millón de personas, por lo que ha defendido la necesidad de contar con una muestra más amplia para valorar la seguridad de que la segunda dosis sea de Pfizer.

Además, la consejera ha respaldado que mezclar vacunas sí ofrece más inmunidad pero también más nivel de reacción y, además, como ha señalado, contraviene las recomendaciones de la Agencia Europea del Medicamento (EMA) que ha apostado por terminar con la pauta de AstraZéneca.

A estos argumentos Casado ha sumado para defender mantener la pauta con AstraZéneca que la ficha de la vacuna no se ha modificado y, además, supondría "detraer una cantidad muy sustancial" de dosis de Pfizer, lo que comprometería la posología de segundas dosis a grupos vulnerables como son mayores de 70.

Ahora mismo están pendientes de segundas dosis de Pfizer 70.000 personas en la Comunidad que ya han recibido la primera con la alemana y 71.000 que tienen la primera dosis de AstraZéneca, con lo que la Comunidad necesitaría a día de hoy más de 130.000 dosis para garantizar la vacunación.

Casado ha evitado detallar qué hará finalmente Castilla y León si el Ministerio recomienda que las segundas dosis sean de Pfizer y ha avanzado que esta decisión se someterá a debate en el seno del Consejo de Gobierno de este jueves. "Yo me puse AstraZéneca y quiero una segunda dosis de AstraZéneca", ha aseverado.

Asimismo ha asegurado que la Comunidad también analizará la posibilidad de que los ciudadanos puedan firmar un consentimiento informado para optar a la segunda dosis de AstraZéneca pese a que la pauta sea Pfizer, aunque, como ha aclarado, en este momento "existen dudas" en torno a ese documento.

QUEJAS POR CAMBIOS EN EL CRITERIO DE REPARTO

No obstante, Casado ha señalado que el reparto de dosis por parte del Gobierno también se ha visto "agravado" por un cambio de criterio, ya que, inicialmente se tenía en cuenta la proporción de población en cada franja de edad y ahora es por porcentaje de población cuando los grupos vulnerables aún no han recibido al completo la pauta.

Según los datos aportados por la consejera se ha pasado de recibir 105.300 dosis a 85.410 de Pfizer, por lo que existe "preocupación" por esta situación y espera una respuesta en el Consejo Interterritorial.

La situación se complica además si se quiere avanzar en otros grupo de población como puede ser el de entre 40 y 60 años, ya que existe un "problema importante de planificación" ante la incertidumbre que se genera por la recepción de dosis. "Lo que necesitamos son vacuanas de manera imperiosa", ha zanjado.

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