El Cañón del Sil, una de los parajes más visitados de Ourense

Cañón del Sil, en Ourense.
Cañón del Sil, en Ourense.
Wikipedia / Vorjales de Madrid
Cañón del Sil, en Ourense.

En plena Ribiera Sacra se encuentra el Cañón del Sil, lo que constituye un atractivo turístico de primer orden y uno de los lugares más visitados de este paraje, que se encuentra entre las provincias de Lugo y Ourense. 

Se trata de una profunda garganta excavada en la roca por el río Sil, cuyas aguas y curvas no dejan indiferente a ningún visitante. Además, se puede encontrar una rica fauna y flora dentro de este paraje.

¿Qué ver en el Cañón del Sil?

En concreto, son alrededor de doscientos metros de altura donde se encuentra el tramo final del río Sil y, en sus laterales, se encuentran a ambos lados los 35 kilómetros de pared, algunas de las cuales alcanzan los 500 metros en vertical sobre sus aguas, según la web de turismo de la Ribiera Sacra.

En cuanto a la historia, fueron los monjes eremitas los que se instalaron en las laderas de las zonas, llevando a cabo la fundación de monasterios y, también, el cultivo de la vid, parte fundamental de este paisaje. 

Los vinos de esta zona presentan excelentes características, lo que suma más puntos, si cabe, a este entorno natural. De hecho, el vino es el principal motor económico de la zona que, a pesar de ser escarpada y tener un difícil acceso, presenta una orientación, inclinación y microclima perfecto para la vid.

En cuanto a la flore, los robles y castaños son protagonistas de la zona, además de los alcornoques o los madroños, que crecen en las zonas más tranquilas y resguardadas. En cuanto a la fauna, se pueden encontrar grandes rapaces. 

Entre las actividades que destacan en el entorno, es muy recomendable subir al mirador de Los Balcones de Madrid, donde se puede contemplar una vista panorámica perfecta a todo el Cañón del Sil.

Por otro lado, se puede hacer una ruta y probar alguno de los vinos propios del lugar, ya que existen muchas bodegas en las que se puede realizar esta actividad de enoturismo.

Por último, se pueden hacer otro tipo de rutas, esta vez, para visitar algunos de los monasterios antiguos de la zona, que se encuentran semi ocultos por la naturaleza y la vegetación. Un ejemplo es el de Santa Cristina. 

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