El Ministerio Fiscal sostiene que, durante los años 2018 y 2019, principalmente en dos vestuarios ubicados en la planta -2 del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA), la acusada, aprovechándose de su oficio como peluquera de pacientes operados en el HUCA, consiguió abrir multitud de taquillas de trabajadores del hospital, mayoritariamente de Medicina y Enfermería, "cogiendo todo aquello que había de valor en su interior".

Según el relato de la Fiscalía, para ello utilizaba las llaves olvidadas por sus propietarios, o se hacía con ellas sin que estos se dieran cuenta, o bien forzaba las cerraduras con alguna herramienta contundente, a modo de palanca.

Su condición de peluquera le facilitó conocer perfectamente las instalaciones del hospital, así como a los diferentes trabajadores del mismo y sus horarios, por lo que podía moverse con absoluta normalidad por los diferentes vestuarios del centro sin llamar la atención. De este modo, abrió 40 taquillas del HUCA, apoderándose principalmente de móviles, ropa y complementos, productos de aseo personal o dinero en efectivo.

La Fiscalía considera que los hechos son constitutivos de un delito continuado de robo con fuerza en local abierto al público dentro de las horas de apertura y solicita que se condene a la acusada a cinco años de prisión e inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo durante el tiempo de la condena, así como al abono de las costas procesales.

En concepto de responsabilidad civil, el Ministerio Fiscal pide que devuelva "en perfecto estado a los perjudicados todos los efectos sustraídos y, si esto no fuera posible, que les indemnicen por ellos, más los intereses legales correspondientes".