El auge del enoturismo: nuevas formas de experimentar la cultura del vino

Bodegas Ysios (Álava)
Exterior de Bodegas Ysios (Álava), diseñadas por Santiago Calatrava.
FOTO CORTESÍA DE B. Y.
Bodegas Ysios (Álava)

Para Neruda, el vino era primavera y alegría; para el turismo, es algo similar. Según cifras del sector recogidas por el Observatorio Turístico de la Asociación Española de Ciudades del Vino (ACEVIN), en el año 2019 las visitas a bodegas y museos de la Ruta del Vino en España se incrementaron cerca de un 4%, constituyéndose como una de las grandes apuestas del turismo gastronómico en España.

En el contexto del turismo tras la pandemia, la elección creciente de destinos nacionales ha hecho que las rutas enográficas se consoliden como una opción notable, en especial en las zonas rurales: según la Organización Mundial del Turismo (OMT), son las áreas alejadas de lo urbano las que más se benefician de la visita de aquellos que quieren conocer de primera mano la tradición, las costumbres y el universo en torno al vino.

El buen hacer, la innovación y la seguridad son grandes bazas que juegan a favor de las distintas alternativas con las que cuentan este tipo de escapadas en España. Estas son algunas propuestas concretas que se pueden disfrutar en distintos puntos de la península.

Vino y arte hacen buena pareja

Es de sobra conocida la relación entre los mejores caldos y el arte más exquisito. No solo en arquitectura –aunque algunas bodegas son una obra de arte per se–; también en el terreno del coleccionismo.

Uno de los mejores ejemplos se encuentra en Jerez. Tradición, una bodega familiar volcada en exclusiva en dos de las denominaciones de origen del territorio, V.OR. y V.OR.S., combina procedimientos de embotellado y envasado del S. XIX con una de las colecciones artísticas privadas más ricas de Andalucía.

La bodega Tradición de Jerez cuenta con una de las colecciones de arte privadas más ricas de Andalucía

La visita a la bodega, con un precio de 35 euros, incluye, además de una explicación del proceso y una cata, la posibilidad de disfrutar de pinturas de figuras del arte español tan importantes como Goya, El Greco, Zurbarán, Murillo, Sorolla o Velázquez.

Bodegas Tradición (Jerez)
Un de los acogedores rincones de las Bodegas Tradición (Jerez).
FOTO CORTESÍA DE B. T.

Si se habla de arquitectura, es imprescindible mirar al norte de España, concretamente a la frontera entre La Rioja y Álava. Este territorio cuenta, en apenas unos kilómetros a la redonda, con tres de las bodegas más admiradas en este aspecto.

Firmado por Santiago Calatrava y finalizado en el año 2001, el edificio que guarda las Bodegas Ysios, en Laguardia (Álava), se levanta imponente en el terreno en una combinación de cedro y aluminio digna de visita. Cuentan con distintas opciones, cata incluida, a partir de 19 euros.

A apenas diez minutos de distancia se encuentra la bodega Marqués de Riscal, encabezada por una cubierta en titanio diseñada por Frank Gehry, responsable también del Museo Guggenheim de Bilbao. Conocida como la ciudad del vino, el área de la bodega –cuyas visitas parten de un precio de 19 euros– acoge a su vez un hotel de lujo, un restaurante Estrella Michelin y un spa que ofrece tratamientos de belleza aprovechando las virtudes de la vid y la uva.

Ya en La Rioja, concretamente en Haro, la bodega R. López de Heredia presume de un pabellón diseñado por su 125º aniversario por Zaha Hadid, que representó en su obra "un puente entre la evolución pasada, presente y futura de las bodegas".

Pasar la noche entre viñedos

Despertar rodeado de viñedos es un plan perfecto. Muchas bodegas lo saben y ofrecen ya una experiencia completa que incluye, además de las visitas a las bodegas, un abanico de posibilidades basadas en el universo vinícola.

Uno de esos templos del vino es el Cava & Hotel Mastinell, situado en la provincia de Barcelona, concretamente en la falda de la montaña de Sant Pau (dentro del municipio de Villafranca del Penedès). La bodega, volcada como no podía ser de otra forma en el vino del Penedés, se complementa con un lujoso hotel, un restaurante centrado en productos de kilómetro cero y la posibilidad de rutas para descubrir los pormenores en la elaboración de los caldos.

Dentro de la Denominación de Origen Ribera de Duero, concretamente en la provincia de Valladolid, la bodega Arzuaga puede presumir de contar no solo con uno de los hoteles más demandados, sino con el primer restaurante con Estrella Michelin dentro de una bodega de la zona, Taller Arzuaga. El complejo ofrece, además de visitas a la bodega, tratamientos de belleza centrados en el vino, un completo spa e incluso la posibilidad de aprender a catar de forma profesional gracias a un taller a cargo de su equipo de sumillería.

Arzuaga alberga el primer restaurante con Estrella Michelin dentro de una bodega de la zona, Taller Arzuaga

También en Valladolid se encuentra la bodega de Abadia Retuerta. Su finca, denominada LeDomaine, y el hotel del mismo nombre han sido reconocidos en numerosas ocasiones como los mejores de España. En un entorno tranquilo y natural, rodeado de viñedos, la bodega ofrece rutas de inmersión enológica, aperitivos camperos, tratamientos wellness y la posibilidad de disfrutar de cinco restaurantes distintos. Si quieres saber más, han habilitado incluso un tour virtual 360º para que los curiosos puedan descubrir sus instalaciones desde casa.

Cerremos de vuelta en La Rioja. Con el orgullo de haber sido el primer proyecto enoturístico de este tipo en la comunidad autónoma, el Hotel bodega Finca de los Arandinos ofrece, además de las catas de rigor, un hotel coqueto con habitaciones diseñadas por David Delfín, comidas al aire libre, tratamientos de belleza y bienestar e incluso ciclos culturales en determinadas épocas del año.

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