Euskadi afrontó este jueves la huelga general con el respaldo de miles de trabajadores, bloqueos de carreteras, manifestaciones multitudinarias en sus tres capitales y numerosas persianas cerradas en los comercios.

Para los sindicatos, el paro laboral fue un "éxito rotundo", sostenido en el seguimiento «mayoritario» de los trabajadores. Para el Gobierno vasco, la huelga "fracasó", al no obtener más que entre un 10 y un 20% de apoyos. Al ciudadano le corresponde pues valorar la jornada.

Las centrales festejaron que las manifestaciones sacaron a la calle a la mayor multitud de personas de los últimos años en Euskadi. Ciertamente, a las 12.00 horas miles de huelguistas coparon el tramo entre la Plaza Moyua y Sagrado Corazón.

Allí escucharon al secretario general de ELA, Adolfo Muñoz, cargar contra los Gobiernos que se «coartan» en que la crisis es mundial. Y acusó a los empresarios de que "se aprovechen del miedo" para rebajar sueldos y despedir.

La entrada de Sabino Arana por la mañana fue colapsada. Los huelguistas se reunieron en Sagrado Corazón, la arteria se taponó y hubo kilómetros de retenciones. Un grupo de personas impidió la salida de los autobuses de Termibus. Lo hizo hasta que la Ertzaintza les disolvió cargando.

Los sectores más huelguistas según el Gobierno vasco fueron los transportes (50% en Guipúzcoa), los colegios públicos (28%) y los privados (17%). Los funcionarios pararon al 15%. La industria tuvo un seguimiento desigual. En las fábricas vizcaínas hicieron huelga el 15%, aunque en la Margen Izquierda el respaldo fue irrelevante.

Sabotajes y nueve detenidos

Dos jóvenes se colgaron este jueves del puente de El Arenal. Cada uno lo hizo por un lado, de modo que la cuerda que les unía bloqueó el tráfico en la carretera. La Ertzaintza les detuvo, y con ellos, el número de huelguistas arrestados ayer por disturbios se elevó a nueve.

Entre los incidentes registrados, caben destacar los cuatro sabotajes ejercidos contra Renfe. Uno de ellos cortó la línea Bilbao-Miranda de Ebro, por lo que los pasajeros tuvieron que ser trasladados en autobús. Cercanías también sufrió ataques, por lo que los usuarios sufrieron retrasos por la mañana. Feve sufrió un sabotaje entre Zalla y Balmaseda. En Deusto y Zorroza hubo sendas barricadas en la carretera.

A pide de calle, los piquetes informativos recorrieron Bilbao durante toda la mañana. Su presión era presencial, acaso auditiva, a causa de los pitos y murgas. La brigada antidisturbios de la Ertzaintza les escoltaba. Los comercios y bares del Casco Viejo estaban mayoritariamente cerrados. Por el resto de la ciudad, era frecuente ver persianas entreabiertas. Dejaban pasar a clientes y cerraban al paso de los piqueteros.

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