El informe ha sido elaborado por profesores de la Facultad de Enfermería de Gijón y de la Facultad de Psicología de la institución académica asturiana. La investigación, realizada en diciembre pasado coincidiendo con la fase de remisión de la segunda ola, muestra que el 38,5% de los enfermeros asturianos considera que necesitará ayuda psicológica o psiquiátrica y casi un 8% de los profesionales en activo ya la está recibiendo.

Un 86% de los participantes en el estudio se mostró de acuerdo en considerar que hubiese sido útil disponer de apoyo psicológico o psiquiátrico en los propios centros asistenciales. El estudio se hizo sobre una muestra de 439 enfermeras del Sespa.

David González-Pando, uno de los autores del estudio, afirma que la investigación "viene a confirmar que la salud mental de los enfermeros y enfermeras asturianas está en riesgo" y que ello es consecuencia del impacto de la crisis sanitaria, "fundamentalmente debido a la sobrecarga laboral intensa y prolongada durante el tiempo. Los autores del estudio han detectado un 17% de casos de depresión y un 32% de casos de ansiedad en trabajadores en activo.